Es sabido que los árboles nos dan el oxígeno necesario para vivir y es por eso que la tala de árboles es un problema enorme para nuestro planeta, porque ocasiona un gran desequilibrio en el ecosistema. Si bien la mejor manera de evitar este problema es erradicando por completo esta práctica humana, el estudio de diseño EcoLogicStudio creó una solución muy interesante: un sistema que provee oxígeno combinando plástico con organismos vivos. Además de ser muy innovador en su funcionamiento, el sistema tiene como objetivo generar una relación más simbiótica entre el hombre y la naturaleza.
Urban Algae Canopy es una construcción ecológica en forma de toldo que, diariamente, produce tanto oxígeno como 40.000 metros cuadrados de bosque. El proyecto se presentó en la Expo Milano 2015 y representa una gran revolución en la forma de pensar la relación hombre-naturaleza-tecnología.
Se trata entonces, de una pieza creada por una dupla de diseñadores que combina la tecnología más avanzada en plástico con micro-algas y un sistema de control digital en tiempo real. La estructura es capaz de controlar el flujo de energía, agua y dióxido de carbono, basándose en patrones climáticos, movimientos de visitantes y otro tipo de variables ambientales.
Este proyecto es producto de seis años de investigación. En estos años, los diseñadores estudiaron qué tipo de materiales son los mejores para que funcione correctamente esta construcción. El resultado fue un sistema de plástico en capas y una tecnología especial de soldadura que altera la morfología de la cubierta, lo cual hace que el sistema de revestimiento de plástico en capas sea resistente al calor.
Por otro lado, la estructura genera un comportamiento dinámico del agua por lo que las micro-algas están siempre en un ambiente adecuado. En los momentos del día donde más brilla el sol, el sistema de capas hace que se reduzca la transparencia de la cubierta protegiendo a las micro-algas y logrando que estas hagan la fotosíntesis correctamente.
Estamos hablando de una gran revolución en la forma de pensar la arquitectura. La idea de trasfondo que tiene este proyecto es la de fomentar la relación entre el hombre “urbano” con la naturaleza, relación que esta era mecánica se ha encargado de separar. Sus diseñadores Claudia Pasquero y Marco Poletto afirman: “Hay que intentar poner fin a la segregación entre tecnología y naturaleza de nuestra era mecánica y buscar el entendimiento sistémico de la arquitectura. Con el prototipo diseñado, se han articulado los límites entre materiales, dimensiones espaciales y tecnología para alcanzar la eficiencia, la elasticidad y la belleza”