De todos los fenómenos que envuelven la magia de la naturaleza, uno de los más relevantes y que tiene a la ciencia de cabeza es la “fuerza vital” escondida bajo la “remisión espontanea” -termino médico para desconocer este fenómeno-.
No podemos negar que existe una capacidad que solo los organismos vivos tenemos para poder regenerarnos, adaptarnos y tener voluntad de expresarnos en la vida. Esta fuerza vital, que como concepto causa escozor en la comunidad científica clásica, es responsable y única autora de la recuperación de una enfermedad.
Los médicos pueden brindar soporte, descongestionar y estabilizar a los pacientes, pero no pueden curarlos si es que su vitalidad está perdida. Para comprender esto mejor, podemos remitirnos a la “autopoyesis”: fenómeno dinámico de procesos dentro del organismo que ocurre luego de una señal externa a él.
Es decir, que un “mensaje externo” es interpretado a través de un conjunto organizado de átomos, moléculas, ADN y células que día a día ocurren dentro de nosotros, que entrega esta respuesta pero que quizás no logramos identificarlo. Sin embargo, está ahí latiendo, movilizándose y palpitando constantemente para mostrarnos que los organismos vivos tenemos una capacidad autorregulatoria muy poderosa que depende de estar en sincronía y atención con el resto de la naturaleza.
¿Es aplicable a nuestras mascotas? ¿Cómo podemos hacerlo?
Sí, nuestras mascotas son reflejo de como atendemos y seguimos esta “sinfonía natural”, estos pulsos constantes que la naturaleza nos entrega y que no podemos reflejar en la pantalla de un teléfono o en nuestros ordenadores.
Día a día, con nuestros actos e interacciones, damos vida a la autorregulación (autopoyeis, fuerza vital) de nuestras mascotas. Lo primero es que si tu perro de raza lee su “carácter”, aprende de él y deja expresar su personalidad, recordando que es perro. Por ejmplo, no se sientan en la mesa contigo a comer, aunque al costado, sí.
Luego aprende de su alimentación. ¿Es el pellet realmente su naturaleza? Con estos dos pasos puedes construir mucha salud de tu mascota. Bajo este enfoque, la enfermedad representa un “problema” en la respuesta a las señales externas, donde no se está logrando adaptar y debemos encontrar por qué y dar atención a eso