Para todos aquellos que descreen del poder de la lucha y la unión frente al interés de muchas empresas y negociados, el pueblo de Famatina ha demostrado una voluntad firme al defender el medio ambiente, y su cultura.
Nueve años atrás, los habitantes del departamento de La Rioja, en Argentina, se encontraron frente a un gigante que parecía imposible de vencer: la compañía multinacional con sede en Canadá, Barrick Gold.
Esta empresa necesitaba 1000 metros cúbicos de agua por día para explotar oro en la mina “La Mexicana”, ubicada en el Cerro Famatina, abierta anteriormente por los británicos y cerrada alrededor de los años ´30. Sin embargo, el caudal de la zona era mucho menor y los pobladores comenzaron a organizarse para defender la escasez de ese recurso tan importante para la vida.
El proyecto de exploración para la extracción principalmente de oro implicaba el uso de cianuro con los riesgos que esto conllevaba tanto para la ecología como para la salud de todos los habitantes. Además, las explosiones que se producirían, liberarían metales pesados como el arsénico o el plomo que quedarían depositados en diques contaminando el agua aun después de cerrada la mina.
Bajo el lema “Famatina no se toca”, los casi 3500 habitantes de Famatina y Chilecito comenzaron a manifestarse públicamente en contra de esa industria a través de acampes, videos, murales, cortes de ruta, marchas, etc.
Previamente a eso hubo un trabajo de información y concientización acerca de lo que implicaba la minería a cielo abierto. En ese sentido, los docentes tuvieron un rol fundamental porque para hacer respetar cualquier tipo de derecho, lo más importante, y sin embargo muchas veces dejado de lado, es disponer de la información para poder decidir con libertad.
Otro de los actores centrales en la lucha contra las megamineras fueron las mujeres. Ellas son mayoría en la asamblea y comenzaron un lento pero efectivo trabajo dedicándole una hora por día a realizar una campaña casa por casa.
Con esa convicción y a pesar de los obstáculos que tuvieron que enfrentar, siguieron adelante y lograron frenar los proyectos de las compañías Barrick Gold, Osisko Mining Corporation, Shandong Gold y Midais. Además de destruir el medio ambiente, estas empresas se llevarían a sus países sede todas las ganancias, dejando al pueblo enfermo y sin lugar donde gozar de una vida digna.
Aun hoy el pueblo sigue resistiendo para que ninguna empresa se lleve lo más preciado: su vida y su derecho a vivir en un ambiente saludable.
Pero, ¿qué es la megaminería?
La megaminería es una industria que produce grandes impactos en los ecosistemas, contaminando las reservas de agua y afectando la salud de los habitantes. Para extraer los metales de la tierra, las empresas utilizan máquinas que inyectan toneladas de tóxicos y disuelven la roca hasta llegar a su cometido, utilizando para esto también grandes cantidades de agua.
Detrás de esta destrucción se encuentra un gran interés económico. Los proyectos mineros están concentrados en pocas empresas multinacionales que acuerdan con los gobiernos de los países más vulnerables.
Para conocer más sobre este tema también puedes ver el video "Payada pa Satán", un corto en contra de la megaminería.
¿Qué está sucediendo en Brasil?
El 5 de novimiebre de este año, dos diques mineros colapsaron en Minas Gerais, Brasil, produciendo la mayor crisis medioambiental, hídrica y económica en la historia del país.
Con el derrame, 62 millones de metros cúbicos de residuos mineros (mercurio, arsénico, zinc, cobre mezclados con lodo) dejaron 11 muertos, 12 personas desaparecidas y 600 evacuados que se han quedado sin hogar. Las escuelas se han visto obligadas a suspender las clases; del mismo modo, los hospitales y servicios públicos se han interrumpido.
El barro tóxico fluyó por el Río Dolce destruyendo el ecosistema de Minas Gerais y afectando todos los niveles de la economía de la región. Alrededor de 250 mil personas quedaron sin agua potable como consecuencia de la cantidad de lodo y de la presencia de metales como arsénico, cadmio, plomo, cromo, níquel, cobre y mercurio en ella. Sin agua para los habitantes ni para las actividades agrícolas, el dinero ha arruinado la zona.
La responsable de este colapso es la minera Samarco, que pertenece a dos de los grandes grupos mineros internacionales: BHP Billiton y Vale. Aunque el gobierno brasileño calificó el accidente como una "catástrofe ambiental" y le cobró a la empresa una multa, la minera ha negado la existencia de sustancias nocivas en las aguas del río Doce. De todas formas, las pérdidas son mucho mayores que cualquier precio que puedan pagar como resarcimiento.
Como consecuencia de este derrame, los desechos recorrieron 650 kilómetros hasta la playa de Regencia, y llegaron al Atlántico, destruyendo la vida a las orillas del río Doce y matando los peces a su camino.
Si quieres ayudar a la gente de Río Doce, mira cómo hacerlo y entérate más aquí.