Juan Maggi es un hombre de 53 años que sufrió poliomielitis cuando tenía solamente un año de edad. Esta enfermedad causó que, cuando apenas comenzaba a caminar, sus piernas perdieran completamente la fuerza y quedaran inutilizadas.
Pero, lejos de deprimirse o resignarse, él siguió trabajando arduamente para cumplir todos sus sueños.
Hasta los 51 años, Juan no pudo caminar. Sin embargo, se convirtió en un hombre activo e independiente, moviéndose en sillas de ruedas y bicicletas impulsadas con sus manos.
Pero éste no fue el único obstáculo que sufrió en la vida. A los 37 años, Juan tuvo un infarto, y otra vez, lejos de desanimarse, comenzó a hacer deporte con su silla de ruedas, para volverse más activo y mejorar su salud.
A los 50 años, Juan se convirtió en el primer paciente en colocarse un C-brace en la pierna derecha, un sistema biónico que le permite volver a caminar. Y un año después recibió su segunda prótesis.
Maggi se convirtió en ciclista y en esquiador, ambas cosas con equipos adaptados. Participó en los Juegos Paralímpicos en representación de Argentina, y corrió maratones en Nueva York y Roma.
Con sus piernas biónicas funcionando, Maggi decidió emprender un nuevo sueño: escalar el Himalaya. Pasó 109 días entrenando para eso, y ahora acaba de regresar a Argentina, con el sueño cumplido.
Alcanzó los 5600 metros con una bicicleta que moviliza con sus brazos, la altura más elevada que se puede alcanzar de esa manera.
Subió con su entrenador, un guía y nueve sherpas (nepaleses que acompañan a quienes ascienden), pero además, al descender dio un mensaje muy especial: "No muevo mi bicicleta solo, lo hago junto a mis amigos, hermanos y todos los que me apoyan".
Esta historia nos demuestra que realizar los sueños que cada uno tiene siempre es posible. Si para Juan Maggi no hubo obstáculos que no pudieran superarse, ¿por qué va a haberlos para los demás?