Conocerse a uno mismo es importante, lo puede asegurar cualquier psicólogo. Reconocerse es quizá el primer y más importante paso para descubrir hacia dónde queremos llegar y cómo podemos hacer para lograrlo.
¿Te gustaría conocerte un poco más?
Entonces, este test de personalidad es para ti. Respondiendo una simple pregunta, podrás descubrir qué tipo de persona eres en realidad, y qué virtudes deberías utilizar en tu favor para alcanzar tus metas.
La situación es la siguiente:
Has recibido una nota anónima que dice: “Hoy a tal hora en tal lugar. Es de vida o muerte”. Cuando llegas al lugar de la cita, te encuentras con una sala vacía en la que sólo hay una puerta, y está cerrada.
¿Cómo actuarías?
Elige el personaje que se acerque más a tu reacción y descubre tus mayores virtudes y defectos.
1. Intentas entrar a la fuerza
Eres una persona decidida, muy segura de ti misma. Confías plenamente en tus capacidades y no tienes miedo. Sin embargo, eres alguien impulsivo y no te detienes a pensar las cosas dos veces.
Actúas con el corazón, y eso generalmente es una buena idea. Pero a veces las cosas no salen bien y no entiendes por qué; es que no lo has analizado, simplemente has actuado.
Si quieres llegar lejos en la vida, debes mantener esa confianza que te caracteriza y seguir escuchando siempre tu corazón, pues él ha demostrado saber muy bien dónde es el camino.
Pero si quieres realmente destacarte en la vida, es importante que entiendas que a veces es necesario un momento de introspección. Si logras complementar tu valentía con tu cabeza, o tendrás límites.
2. Intentas escuchar lo que hay del otro lado
Eres una persona precavida, no te gusta dar ningún paso en falso. Necesitas tener suficiente información antes de actuar, y eres una persona sumamente intelectual. No sueles errar en tus decisiones, puesto que cuando tomas una es porque estás completamente seguro.
El problema es que a veces tardas demasiado en estar seguro. Tu perfeccionismo te lleva a necesitar siempre que las cosas se den de la mejor manera posible, y cuando algo no sale como esperabas te cuesta reaccionar.
Para conseguir tus propósitos debes recordar que no siempre puedes tener toda la información, y que las circunstancias no siempre son las ideales. Pero que sin embargo, tú tienes la capacidad de resolverlas. Confía más en ti y en tu intuición y lograrás lo que te propongas.
3. Golpeas la puerta
Eres una persona práctica, sencilla e inocente. Tú no le das demasiadas vueltas a las cosas: si la puerta está cerrada por dentro, golpeas. Eres una persona capaz de aceptar las cosas como son sin perder la calma, y eso te da mucha ventaja respecto del resto de los mortales.
Tienes claridad a la hora de analizar las cosas, no te preocupas hasta que sea necesario y, en general, siempre encuentras la solución más sencilla a los problemas más difíciles. Tu capacidad de resolución hace que las personas que te rodean se sientan seguras a tu lado.
Eso sí: a veces te falta un poco de impulso. Puedes llegar a ser un poco conformista, y prefieres la seguridad a los desafíos. Si logras salir de tu zona de confort y reconocer que tienes mucho más potencial del que crees, podrás llegar muy lejos.
4. Gritas y haces escándalo
Eres un poco el prototipo de drama queen. A ti las cosas te atraviesan, nunca te son indiferentes. Esa capacidad de sentirte interpelado por todas las situaciones te vuelve una persona empática, apasionada y deslumbrante.
Eres la clase de persona que no deja a nadie indiferente. Tienes una personalidad ruda y magnética, a la que no le cuesta atraer las miradas y los corazones. Pero a veces te pasas de temperamental y no tienes límites.
Te gusta tener el dominio de las situaciones, y te desequilibras si las cosas salen de otra manera. Tu mayor desafío es aprender a mantener la calma cuando las situaciones lo requieren, entendiendo que eso no significa debilidad, sino todo lo contrario.