Todos hemos sido niños y, en general, recordamos esa etapa de la vida como una de las más bellas. Es que en la infancia vemos el mundo como un enorme lugar para jugar, crear y divertirnos, incluso en momentos difíciles.
Cuando crecemos, lamentablemente, solemos olvidarnos del niño que fuimos. Las responsabilidades, las preocupaciones y el trajín de la vida adulta nos llevan a dejar de lado al pequeño que llevamos dentro.
Por eso, hoy te proponemos que te tomes cinco minutos para reencontrarte con tu niño interior.
Para hacerlo, mira esta imagen. ¿Con qué pequeño te identificas? Tu respuesta te permitirá descubrir un importante mensaje de tu niño interior.
[También te puede interesar: ¿Qué ves en esta imagen? Tu respuesta revelará qué clase de mente posees]
1. No ocultes tus sentimientos
Los niños no escatiman sonrisas. Tampoco dudan en llorar si se lastiman, o se sienten mal. Si te quieren, te lo dicen. Son directos y no tienen problemas para expresar sus sentimientos.
Si elegiste al niño número 1, muy probablemente sea porque a medida que has ido creciendo, has empezado a ocultar tus sentimientos. No te gusta abrirte a los demás y sentirte vulnerable.
Lo que no sabes es que eso te afecta, no te deja ser quien verdaderamente eres. Por eso, tu niño interior te pide: “¡Di lo que sientes!”. Verás que hacerlo te aliviará enormemente.
2. No te inhibas
Dentro de ti vive un niño lleno de sueños y anhelos, pero tal vez has decidido olvidarte de esa faceta tuya para convertirte en una persona seria. Dicho de otra manera: en lo que se espera de ti.
Pero tu niño interior sabe lo que verdaderamente eres, y te está pidiendo que no te inhibas y te animes a tomar acciones para convertirte en esa persona que siempre soñaste ser.
Que deje de preocuparte lo que los demás piensen de ti. ¡Lo importante es lo que tú piensas y deseas!
3. Hoy es un buen día para hacer amigos
Los niños son muy espontáneos. Cuando alguien les cae bien, simplemente se acercan y le preguntan: “¿Quieres ser mi amigo?”.
De adultos nos cerramos más en nosotros mismos, le empezamos a temer a los extraños, y nos cuesta mucho conocer personas nuevas. Pero impedir que nuevas personas entren en nuestra vida solo nos aleja de vivir grandes cosas.
Por eso, si elegiste el niño número tres, es porque el pequeño que hay en ti te está sugiriendo que te animes. Tal vez tengas miedo de conocer a alguien, pero es tu oportunidad de crecer y de tener nuevas experiencias. Anímate a acercarte a otros, a conversar con alguien nuevo, a participar de un grupo.
4. Conserva tu curiosidad
A veces, la mejor forma de mirar el mundo es de cabeza. Los niños lo saben bien. También quieren conocerlo todo; por eso preguntan tanto.
Si has elegido el niño número cuatro, es porque tal vez estés perdiendo tu capacidad de ser curioso. Quizá estés en un momento de apatía en tu vida, en lo que todo te da igual.
Tu niño interior te está pidiendo que recuperes tus ganas de descubrir, de explorar, de mirar las cosas con otra perspectiva. Que busques el entusiasmo de lo nuevo, porque está ahí, dentro de ti: solo tienes que saber escucharlo.
[También te puede interesar: El test psicológico que revela tu estado emocional]
5. La vida es un juego
Si elegiste el quinto niño, tal vez estés tomándote las cosas de la vida demasiado en serio. A los pequeños no les duran las angustias, no guardan rencor. Saben vivir el presente.
El mensaje de tu niño interior es claro: tómate las cosas con calma. Recuerda que la vida es un juego, y que lo importante es disfrutar el proceso en el camino hacia la meta.
Deja de preocuparte tanto por cosas irrisorias. Disfruta de lo verdaderamente importante: la familia, los amigos, lo que te apasiona.
6. Si puedes imaginarlo, es real
Si el niño que te identifica es el sexto, es posible que seas un soñador en pausa. Siempre tuviste grandes ambiciones y proyectos, siempre has puesto la mirada allí donde los demás no ven nada.
Pero el día a día, el trabajo y la rutina te han llevado a pensar que tal vez esos sueños no sirven, que solo son aliento para el alma, pero nunca se concretarán. Y por eso, has dejado de intentar volverlos realidad.