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El tarot de Marsella es reconocido como el mazo más antiguo y uno de los más utilizados a la hora de realizar una tirada de cartas, desde hace décadas. Y es que sus orígenes datan del siglo XV y desde ese entonces nunca dejó de estar vigente.
En la actualidad, incluso, muchas personas se sienten atraídas por el tarot de Marsella, como así por otros mazos que se encuentran disponibles como puede ser el de las brujas, el de Rider, o incluso la baraja española. Lo importante es ver con cuál se siente más identificado o atraído cada uno.
En el último tiempo, quizás luego de la pandemia por Covid-19 y el momento difícil que se atravesó y aún continúa viviéndose en muchos países, se puede decir que se vio en la sociedad un incremento en los intereses por cuestiones espirituales y de conexión con uno mismo y el planeta.
Entre ellas, se pueden mencionar temáticas vinculadas al tarot, la astrología, la meditación, terapias de distintos tipos, el reiki, e incluso el cuidado ambiental. Y es que las personas, si bien siempre se sintieron atraídas en menor o mayor medida por estas cuestiones, luego de la crisis sanitaria comenzaron a preocuparse más por el autoconocimiento y el cuidado del ambiente donde se vive.
Ya no se teme demostrar los sentimientos e intentar comprender las señales del universo, las energías o incluso vincularse con cuestiones más esotéricas. Lo importante siempre es realizar lo que a cada uno le sirva para conocerse aún más y superar esas trabas que impiden el crecimiento personal y profesional.
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Tarot de Marsella: qué es y cómo leerlo
Si del tarot de Marsella se trata, su existencia como se dijo data del siglo XV, según estudios realizados. El primer mazo fue encontrado en Milán, Italia, durante una excavación y se cree que su nombre hace alusión a la ciudad en la que se diseñaron los dibujos de las cartas.
Este mazo cuenta con 78 cartas de las cuales 22 corresponden a los arcanos mayores, y 56 a los arcanos menores. La palabra “arcano” significa secreto, por lo que se dice que a través del primer grupo se dan a conocer grandes problemáticas que aquejan a la persona y se revelan cuestiones reservadas, mientras que el segundo grupo está vinculado a cuestiones del día a día.
Es cierto que existen diversos mazos en la actualidad, pero el tarot de Marsella se destaca a simple vista por el arquetipo de sus cartas. Sus dibujos y colores dan muestra de su antigüedad, y si bien surgieron otras actualizaciones similares, como el de Rider, lo cierto es que muchos sólo se sienten vinculados con este antiguo mazo.
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Si bien, son 78 cartas, hay algunas como el loco que han causado particular interés en el tarot. A continuación, en detalle, cómo interpretar esta carta tan especial.
El Loco
Con el número 0 en su representación, en el tarot el loco es la primera carta dentro de los arcanos mayores. Si bien su significado varía dependiendo el contexto de la persona a la que le salga, ya que se le pueden dar diversas interpretaciones, para entenderla es necesario estudiar en principio su arquetipo.
A simple vista, se entienda o no sobre tarot, lo que se puede observar es una persona con la mirada hacia el frente, podría interpretarse medio perdida, despojado de todo, con poco equipaje, para que nada le pese ni lo frene, pareciera que deja su su mundo atrás para emprender un nuevo viaje. Además, acompañado por un perro que le muerde la pierna como queriéndolo frenar.
Si se hace una interpretación según el nombre ya puede determinarse que se trata de una persona que no está cuerda, o que no razona, sino que se deja guiar por los impulsos. Y de esto se trata justamente la carta.
Se la suele vincular con la actitud de un niño, que se lanza a sus sueños sin pensar o darle demasiadas vueltas a las cosas. Una persona que está en su mundo, y que deja atrás a todo lo que conocía, hacía o pensaba.
Ahora bien, ¿cómo relacionar esto con la vida de las personas cuando salga? Si se considera la versión positiva de esta carta en el tarot, se puede decir que alienta a las personas a soñar con todos esos proyectos que tiene pendientes, a animarse a considerarlos y dejarse llevar más por la intuición, las ganas y no meditar o prefijar todo de antemano.
Esto aplica a cualquier aspecto de la vida, ya sea en el amor, a animarse a relaciones nuevas, o incluso, a probar cosas nuevas en la pareja. Lo mismo ocurre con la parte laboral, abocarse a aquello que siempre dio miedo o incertidumbre. Es momento de llevarlo a cabo.
A su vez, en la mirada negativa, podría significar que esa persona a la que le sale la carta es “el loco” todo el tiempo en su vida. Como ningún extremo es bueno, la persona no puede vivir siempre como un niño, sino que tiene que plantar los pies sobre la tierra y pensar un poco más en aquello que realiza o las decisiones que toma.
Así como se habla de la libertad para realizar proyectos y de las energías dadas para llevarlos a cabo, también se habla desde el aspecto negativo de la huida de ciertos lugares, como podrían ser responsabilidades, relaciones, trabajos, entre otros.
Esta carta invita a la persona, además, a cuestionarse cuál es la meta de todo lo que lleva a cabo, de no realizar así porque sí las acciones, sino preguntarse si eso que está llevando a cabo lo hace feliz realmente feliz. De no ser así, será necesario cambiar el rumbo.
Incluso, en el tarot se dice que los 22 arcanos corresponden a la vida del loco y cómo lo va transitando hasta llegar al juicio final y haberse quedado consigo todo lo aprendido durante ese largo camino.
Además de el loco, existen otras cartas que llaman la atención de las personas o que despiertan su interés. En el tarot, la estrella es una de ellas, pero veamos algunos ejemplos y significados.
La Estrella
Quizás, dado a sus colores y su nombre, esta carta llama la atención porque se la vincula a cuestiones positivas. Pero a continuación un análisis un poco más detallado.
Es verdad que la imagen en sí lleva a pensar que se habla de una persona despojada de cualquier mochila, peso que lleve consigo y por sobre todo, alguien que se muestra tal cual es, sin armaduras. Esto se desprende por la imagen de la mujer desnuda.
A su vez, las estrellas que la rodean, de los colores rojo, que representa la pasión y la fuerza; amarillo, vinculado a las energías y la creatividad; y el azul, con la espiritualidad, dan un panorama alentador.
En líneas generales su significado está estrechamente vinculado con un período de bonanza y tranquilidad para la persona, en el cual se encuentra segura de sí misma y con las fuerzas para realizar cualquier proyecto que disponga. Es un momento de plenitud.
La torre
Esta es una de las cartas más odiadas y recordadas por las personas que han pasado por una sesión de tarot porque se la relaciona siempre a cuestiones negativas. Sin embargo, esto no es así, y como se dijo anteriormente, no es posible darle solo un único significado.
Si se guía por sus colores y diseño, ya sea en el tarot de Marsella como en cualquier otro, se puede ver el desorden y el derrumbe de todo aquello que se había construido. Pero, como en la vida, todo va de la mano y se dice que no hay torre sin estrella, ni estrella sin torre.
¿Qué quiere decir esto? Que para llegar a esa tan esperada carta de prosperidad y bonanza que es la estrella, es necesario pasar por un período en el que sean todas dudas, que la persona pueda plantearse qué cosas quiere y la hacen feliz y finalizar con aquellas etapas que no desea o no suman en su vida, aunque esto duela o genere miedo.
Y esto se aplica a cualquier aspecto de la vida, quizás hable de problemas laborales, personales, de pareja, o incluso en la salud. Períodos en los que el sujeto realmente se siente perdido o que todo le sale mal, pero también implica el fin de etapas para dejar pasar situaciones nuevas.
La Fuerza
Por más que el arquetipo de esta carta en el tarot de Marsella lleve a pensar que se habla de la fuerza bruta, va mucho más allá de eso: habla sobre la sabiduría y la fuerza de la mente.
Cuando sale esta carta se está hablando de la energía interna que tiene esa persona y de la capacidad de poder llevar todo de manera adecuada, de discernir qué está bien y qué está mal, y de lidiar con situaciones o personas difíciles.
Esta carta representa la convicción en el “saber hacer”, y de saber qué decir y qué callar en cada momento, con la capacidad de comunicar sus pensamientos de la manera correcta, sin imponer sus opiniones.
También puede invitar a confiar en uno mismo y a aprender el valor de ser más paciente ante pensamientos distintos, a proceder con calma. Además, puede implicar tener que observar si no se está usando la fuerza bruta, sin llegar a un buen diálogo y si no se está pudiendo perdonar imperfecciones propias.
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