Aunque el año nuevo en el calendario comienza cada 1º de enero, el año astrológico inicia el 20 de marzo. Esto quiere decir que la energía ya ha cumplido un ciclo donde ha pasado por todos y cada uno de los signos, y ha llegado el momento de un nuevo comienzo.
Esta fecha está determinada por el ingreso del Sol en Aries, que coincide además con el Equinoccio: el inicio del otoño en el hemisferio sur; y la primavera, en el norte.
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A nivel energético, un ciclo muere y nace otro, como ocurre siempre en la naturaleza. El fin de año astrológico se ha regido por la energía del signo de Piscis, más introspectiva, intuitiva y espiritual. Ahora se dará comienzo a un nuevo ciclo regido, por la energía intensa e impulsora de Aries.
Haz un pequeño e íntimo ritual para estar en armonía con este nuevo cambio energético.
Escoge un sitio donde te encuentres tranquilo. Prende un incienso. Baja la luz. Si tienes una vela de color colorado, enciéndela también.
Ahora toma una libreta y anota como si fuera una lista todas las cosas que has sentido como obstáculos hasta ahora. Miedos, limitaciones, ansiedades... todo.
Tómate el momento ahora, en una nueva hoja, de transformar cada una de esas limitaciones en posibilidades. Piensa cómo podrías vencer cada una de ellas, qué necesitarías para hacerlo. Busca formularlas sin anteponer el "no". Por ejemplo, en lugar de decir: "No tener vergüenza", poner: "Animarme a decir lo que pienso".
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Para terminar, en una cazuela o en un sitio seguro para hacerlo, enciende la hoja de obstáculos. Deja que el fuego limpie física, emocional y espiritualmente lo que ha sido para dar lugar a lo que vendrá en este nuevo año astrológico.
Puedes también llevar todo el mes, un hilo rojo en tu muñeca que te recordará el fuego de todo inicio, y además te protegerá de la envidia a tu alrededor.
¡Anímate a lo nuevo!