Todos somos creativos de alguna manera. Como especie, sería imposible que hubiéramos sobrevivido a este mundo sin la capacidad de inventar soluciones creativas a los problemas en un mundo en constante cambio.

Aún así, decimos que hay personas más creativas que otras. Eso tiene que ver con la manera en la que pensamos, las partes del cerebro que tenemos más desarrolladas y, con una multiplicidad de factores. Pero al final, se trata de cómo nos relacionamos con las cosas y con el mundo.

Este sencillo test te ayudará a descubrir qué tipo de creatividad tienes.

Mira atentamente la imagen... ¿Qué ves primero?

1. El rostro de Salvador Dalí: creativo inventor

Si tu primera impresión fue ver el rostro de Salvador Dalí, es porque eres un creativo inventor. En este caso, eres de los que necesitan tener total libertad y, así, logran crear una gran obra desde la nada.

Para ti las reglas son las enemigas de la creación. Tienes una capacidad increíble para inventar cosas, conceptos, soluciones. A todo le encuentras una vuelta diferente a la que aparentemente tiene.

No hay que confundir creativo con artista. Puede que seas uno, o puede que seas un emprendedor. ¡Steve Jobs era un creativo inventor! Eso que lo que te caracteriza, es la capacidad de descubrir qué falta, dónde falta y hacerlo aparecer.

Si te ponen límites, te sentirás completamente perdido. Si te subestiman, demostrarás siempre que tenías razón. Pero si te dan libertad y medios, serás capaz de hacer cualquier cosa que te propongas.

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2. Una chica leyendo: creativo artesano

Si lo primero que viste fue a una chica leyendo, desarrollas tu creatividad como un artesano. No quiere decir necesariamente que debas trabajar con las manos (aunque puede que lo hagas).

Pero el artesano es sumamente creativo, aunque necesita de una rutina de trabajo y de ciertas reglas. Puede que no desarrolles tu creatividad en un taller, pero seguramente te resulta más fácil ser creativo cuando sabes exactamente lo que tienes que hacer.

Una vez que tienes las reglas del juego, despliegas toda tu creatividad para llegar a los mejores resultados posibles. Para ser creativo necesitas un marco de contención: un espacio concreto donde poder desplegar tu ingenio.

En cambio, cuando no hay reglas claras ni patrones, te bloqueas y no sabes por dónde empezar.

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