Despertarnos a la mañana con un despertador, desayunar, tomar un bus, esperar el semáforo para cruzar la calle, etc, etc. Hay muchas cosas que hacemos o vemos a nuestro alrededor todos los días, y que ya no nos cuestionamos. ¿Por qué? Porque nos parecen que son parte de lo "normal". Pero, ¿qué es lo "normal"? ¿Qué es no ser "normal"?
Normal se refiere a todo lo que se ajusta a ciertas normas o reglas. Pero éstas alguna vez no existieron, y las cosas igual funcionaban. ¿Qué quiere decir esto? Que en cada época, lo que se considera "normal" es diferente. Lo que sucede es que todo aquello que sale de la "regla" parece como algo extraño, y genera molestia o desconfianza. Esto también pasa con las personas, y puede incluso generar situaciones de discriminación.
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Piensa: ¿cuántos grandes genios de la historia fueron considerados "bichos raros"? La autenticidad es lo mejor que puedes hacer contigo mismo. No ser "normal" puede ser mucho mejor de lo que crees.
¡Anímate a ser tu versión más genuina de ti!
1. Eres genuino
Todas las personas son diferentes entre sí, por más similitudes que puedan tener. Pero hay algunas personas que por temor al qué dirán pueden buscar aparentar ser alguien que no son, o bien ocultar algunos aspectos de su personalidad.
No ser "normal" te vuelve más seguro de ti. Porque aprendes a asumirte tal cual eres, y apuestas por tu autenticidad.
2. Eres innovador
Las personas diferentes traen lo nuevo, se destacan. Son las que se animan a romper con las normas de lo establecido, y hacer/decir/sentir lo que nadie se animaría.
3. Inspiras a otros
No ser "normal" necesariamente corre a los demás de su lugar de confort. Por eso puede funcionar como un estímulo para cuestionarse las cosas y ver que las cosas no necesariamente tienen por qué funcionar como lo hacen; todo podría ser distinto.
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4. Es divertido
Si todos fuéramos exactamente iguales, el mundo sería muy aburrido. Lo extraño y original genera curiosidad, misterio... ¡Le pone picante a la vida!
5. Te sientes más libre
Asumir nuestras diferencias nos libera del peso de buscar encajar en parámetros que no están hechos para nosotros. Nos permite ser auténticos y aceptarnos tal y cual somos.