Un animal con una extraña malformación que nació en la localidad de Pergamino (Buenos Aires, Argentina), provocó el enojo de los productores rurales de la zona, que denuncian que sus animales mueren cada vez con más frecuencia a causa de los agrotóxicos que se utilizan en la región.
El "chanchofante", que concretamente era un cerdo con una formación en la cara similar a una trompa de elefante, nació muerto.
Aunque fue su extraña forma lo que llamó la atención de la prensa local, los vecinos y productores de la localidad aprovecharon la presencia de los medios para denunciar fumigaciones irregulares que causan partos prematuros, malformaciones y abortos involuntarios en los animales.
Los vecinos del lugar señalaron que es común ver por sobre sus campos un avión rojo que descarga por la zona un producto que suele matar a sus animales: "Las fumigaciones se realizan cada 3 ó 4 meses y para ello suele emplearse un aplicador terrestre (mosquito) o bien un avión de color rojo que no solamente opera acá sino en todos los pueblos vecinos. Después de su último paso, la huerta del vecino se secó completamente y los 8 lechones nacieron muertos, inflamados y malformados", aseguró una vecina.
Si bien algunos científicos consultados por los medios cuestionaron el nacimiento del animal, las autoridades locales no lo hicieron, y el Ministro de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires, Leonardo Sarquís, firmó una resolución que restringe la utilización en todo el territorio provincial del herbicida ácido 2,4-D durante el período comprendido entre el 1 de octubre y el 31 de marzo de cada año (es decir, durante el momento de mayor productividad).
El responsable del ministerio provincial subrayó que esta norma es una determinación pensada para "generar las condiciones necesarias para que la producción sea más sustentable".
El peligro de los agrotóxicos no es solo para los animales. Sus efectos en la salud de los humanos pueden ser muy graves, y así lo demuestran historias como la de Fabián Tomasi, un hombre que sufre en su cuerpo las consecuencias de haber trabajado como fumigador, o la del pequeño Santiago Arévalo, un niño de 5 años que murió luego de tener contacto con barro contaminado con estas sustancias.
En Argentina se fumiga con glifosato, endosulfan, azatrina, cipermetrina, clorpirifos, y 2,4 D, entre otros. En relación a esto, de acuerdo a la Red de Médicos de Pueblos Fumigados con glifosato, serían alrededor de 13,4 millones las personas afectadas, viéndose triplicados los casos de cáncer, los abortos espontáneos y las malformaciones.
Una última cosa que no debemos tener de vista es qué es lo que se fumiga con estas tóxicas sustancias, ya que, en muchos casos, se trata de los alimentos que cada día consumimos.
¿Hasta cuándo toleraremos alimentarnos con veneno?