El concepto de paro internacional de mujeres nació después de que el 3 de octubre de 2016, las mujeres de Polonia se movilizaran para protestar contra la criminalización del aborto. Tras esto, el 8 de marzo de 2017, en el día de la mujer, se accionó el “paro de mujeres” en varios países más. Este año la respuesta fue aún más grande y el movimiento global presiona una agenda que es urgente, los derechos de la mujer.
Sin embargo, las raíces de este movimiento no crecieron espontáneamente en 2016, se remonta al 24 de octubre de 1975, día en que las mujeres de Islandia decidieron que era momento de transformar su país y su realidad.
"Los hombres han gobernado el mundo desde tiempos inmemoriales y ¿cómo ha sido ese mundo?"
Esas fueron las palabras con las que una activista islandesa comenzó su discurso hace más de 40 años. Ese día, 25 mil mujeres en un país de 220 000 personas se congregaron en la capital, Reikiavik, fomentando un paro nacional. Pero no se trataba de cualquier cosa, además de no trabajar, las mujeres no iban a realizar labores domésticas, no iban a cuidar a sus hijos, no iban a continuar propagando un discurso machista en el que sus derechos eran menos que el de los hombres.
Ese día las enfermerías y las escuelas operaron con el 50 % del personal, los hombres tuvieron que hacer lo posible por entretener a sus hijos en el trabajo, sobornaron a sus hijos más grandes para que cuidaran a sus hermanos. Se dice que la comida instantánea de Islandia, una especie de salchicha, se agotó en todos los supermercados pues los padres corrían por eso para alimentar a sus hijos. Al final del día habían tenido que trabajar y cuidar a sus hijos, por lo que pasó a ser recordado como “el viernes largo”.
Tal vez la marcha contuvo al 10 % de la población del país, pero en realidad, el 90 % de las mujeres participaron en el paro, y eso fue lo que trajo el cambio. Todas se unieron para reivindicar sus derechos, para exigir que se les pague lo mismo que a los hombres, para salir de una oscuridad sin sentido que la ley aún permite en la mayoría de los países.
Funcionó. Cinco años después, Islandia eligió democráticamente a una mujer para gobernar el país, convirtiéndose en el primer país democrático en hacerlo. También minimizó la brecha salarial y durante 40 años, se han convertido en un ejemplo de equidad entre hombres y mujeres.
Por eso el paro internacional de mujeres es tan importante, se necesita visibilizar la diferencia que aún existe, pero se necesita la participación de todas las mujeres. Existen muchas formas de control, y que millones de mujeres no tengan la posibilidad de tomar un día para manifestarse, es una de ellas.
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