Son, para muchos, directamente un interrogante, un misterio. Qué piensan, cómo sienten, cómo se comunican y qué proyectan suelen estar en el foco de los prejuicios de las demás generaciones. Pero ellos y ellas esquivan, e inclusive revierten, esos estigmas con estilo.
Los llamados "millennials", nacieron y crecieron entre el año 1980 y el 2000; representan alrededor del 27% de la población mundial y tienen nuevos hábitos de consumo y costumbres en general. Sobre todo, en relación con la tecnología, que no podría ser separada de su propia forma de vivir y entender el mundo. Por eso, ellos y ellas no tienen la misma mentalidad que las demás generaciones: entienden lo que los rodea de una manera diferente.
Pero eso, ¡no quiere decir que no les importe! Aunque tengan un estilo de vida más despreocupado, los "millennials" se interesan por problemas que muchos otros no, como por ejemplo, el cuidado del ambiente.
Según la Encuesta Millennial 2017 realizada por la consultora Deloitte, la llamada "Generación Y" es pesimista ante la situación política mundial, busca franqueza y pasión en los líderes del mundo, y está comprometida con las empresas que generan un impacto social positivo.
Dentro de sus preocupaciones más importantes a nivel mundial, se encuentran el desempleo y las condiciones económicas (algo que observan con desánimo). La salida del Reino Unido de la Unión Europea y la inestabilidad de los mercados desde que Trump asumió en Estados Unidos llevaron a que el 25% estén preocupados por estas problemáticas que los influyen directamente al momento que quieren comenzar a tener un empleo.
Según la encuesta, los que viven en mercados emergentes esperan ser material y emocionalmente mejores que sus padres, a diferencia de mercados maduros como Francia o Japón, donde creen que su vida será peor que la de ellos.
Además, la consultora encontró algunas diferencias: en países de mercados bien establecidos la preocupación principal es el terrorismo, mientras que en los mercados emergentes, más de la mitad de los millennials se preocupan por el crimen, la corrupción, el hambre, los servicios de salud y la inequidad.
Pero más allá de esto, lo que los une son las ganas de generar cambios en el mundo. Por eso, apoyan a las empresas con impacto positivo; y 9 de cada 10 de ellos consideran que el éxito de una compañía debería medirse más allá de los ingresos generados, por los beneficios que aportan a la sociedad.
Por eso, y a diferencia de lo que se suele criticarles en relación su "pereza" para trabajar, los millennials tienen mayores niveles de lealtad cuando su trabajo tiene un significado o con él creen que son capaces de hacer una diferencia. Participar de causas benéficas o de ONGs los ayuda a sentirse empoderados.
Por eso, en relación al cuidado ambiental, 6 de cada 10 sienten responsabilidad por proteger al ambiente.
¿No será hora de dejar de criticar a los más jóvenes y escuchar lo que están pidiendo? ¡Para comenzar a comprometerse y trabajar para generar un impacto positivo con todo lo que nos rodea!