Si has usado Internet en los últimos años, probablemente habrás leído alguna vez que los masones, una antigua institución rodeada de muchos secretos y teorías descabelladas. O tal vez has oído hablar de ella en alguna sobremesa o conversación entre amigos. Algunos creen que llevan siglos tratando de utilizar su influencia política y social para apoderarse del planeta y aplicar un “nuevo orden mundial”. También puede que hayas escuchado rumores sobre hombres poderosos que supuestamente son masones, y quizás lo hayas oído sobre alguien cuyas decisiones pueden afectarte, como el presidente de tu país.
¿Pero qué son en verdad los masones? Aparecieron en Europa hace aproximadamente 300 años y desde entonces se han formado muchas creencias alrededor de su exclusividad y su excesiva discreción. Sin embargo, los principios de la masonería pretenden elevar valores morales y filosóficos que finalmente favorezcan a la sociedad general. Para los masones el sentimiento de fraternidad con otros miembros es muy importante.
[Podría interesarte: El fin del mundo se acerca y ya empezó en el Pacífico. ¿Qué está pasando?]
Sobre eso por lo general hay consenso, pero... ¿detrás de estas aparentes buenas intenciones, se esconden objetivos más oscuros? Algunos de sus detractores y teóricos de la conspiración creen que sí, y consideran que su secretismo extremo es una señal de que están tratando de ocultarnos algo, que según muchos serían sus intenciones de apoderarse del poder político internacional y efectivamente dominar el mundo. Pero son ellos mismos (que en verdad no siempre ocultan su identidad) quienes lo desmienten.
"Nosotros no intentamos controlar el mundo, pese a todas esas teorías de conspiración en Internet, y no intentamos derribar a ningún gobierno ni nada así. Necesitamos preservar el secretismo solo porque lo hace especial" dijo Zuzanka Penn, la Gran Maestra de la orden masónica femenina, en una entrevista para la BBC.
Otra de las creencias populares relacionadas con la masonería es que sus miembros se ayudan unos a otros a la hora de ascender escalones profesionales. Es decir, los masones serían un grupo influyente de personas que se “reconocen” unos a otros y se apoyan a expensas de los que no son masones, algo que se considera un acto de corrupción. Sin embargo, son muchos los masones que niegan esto y lo consideran un mito.
[Artículo relacionado: Según una interpretación de la Biblia, el fin del mundo llegará el 24 de junio]
Pero sin ninguna duda la creencia popular más famosa relacionada con los masones (además de la dominación mundial) es su supuesta relación con el “Ojo que todo lo ve” o el “Ojo de la Providencia”, un símbolo que se remonta al Antiguo Egipto y que representa la eterna vigilancia de Dios sobre los humanos. Su presencia en el reverso del billete de un dolar de los Estados Unidos ha generado toda clase de teorías conspirativas y muchos comparan este símbolo con el de la escuadra y el compás con el que muchos masones se identifican.
Por si fuera poco, este símbolo está presente en algunos escritos masónicos antiguos y esto ha causado aún más polémica. Muchos creen que esto no puede ser coincidencia y teorizan que los masones han utilizado su influencia durante siglos para infiltrar las instituciones estadounidenses y de esta forma asumir el control político del país más poderoso del mundo.
Sin embargo, la polémica más reciente relacionada con los masones se dio en Inglaterra, donde el presidente del más importante sindicato de policías de Inglaterra y Gales denunció que un grupo de sindicalistas masones han trabajado juntos para bloquear medidas que ayudarían a reducir la desigualdad que sufren mujeres y miembros de minorías raciales.
Además, el diario The Guardian denunció recientemente la existencia de dos grupos masones infiltrados en el Parlamento inglés, formado por lçpolíticos y periodistas. Ambas denuncias fueron negadas por la Gran Logia Unida de Inglaterra, el mayor ente masón de la nación. Estas controversias reavivan las creencias que describen a los masones como un grupo influyente que usa su poder para influir en la sociedad buscando alcanzar sus intereses.
A pesar de las miles de teorías, no existe ninguna prueba contundente de una conspiración masónica oculta, y los masones alegan mantener sus prácticas en secreto simplemente por tradición y no porque ocultan algo siniestro.