Víctor Frankl, psiquiatra y escritor de origen judío, atravesó en carne propia una de las peores tragedias imaginables. Él y su familia pasaron por distintos campos de concentración durante la II Guerra Mundial, incluído Auschwitz.
Por supuesto, esa experiencia fue traumática. Pero Frankl encontró el modo de mantener el espíritu fuerte, y vio cómo otros también lo hacían. Lamentablemente, también vio a muchos amigos dejarse morir, presas de la desesperación y el dolor.
- En ese contexto, luego de que se acabara la Guerra y esa tortura, fundó una corriente psicológica: la logoterapia. La misma tiene como fundamento principal encontrar el verdadero sentido de la vida para poder seguir adelante, incluso en las peores circunstancias.
Desde entonces, su teoría psicológica es utilizada en todo el mundo. Especialmente, para trabajar con personas que están pasando crisis existenciales de cualquier tipo.
De la vida de Viktor Frankl, sus libros, su escuela psicológica, pueden extraerse algunos principios básicos sobre cómo superar los momentos difíciles.
1. “El que tiene un por qué para vivir puede soportar casi cualquier cómo”
La cita es de su libro más famoso, “El hombre en busca de sentido”. Allí relata su experiencia en los campos de concentración, y lo que descubrió en ellos.
Curiosamente, las personas que mejor sobrevivieron esa situación límite no fueron los más fuertes físicamente, sino aquellos que tenían más claro el sentido de su vida; la razón por la que levantarse cada mañana y llegar al día siguiente.
Así, para Viktor Frankl, al perder la esperanza y el valor una persona pone en riesgo la propia vida.
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2. La libertad espiritual es una responsabilidad
"El hombre puede conservar un vestigio de la libertad espiritual, de independencia mental, incluso en las terribles circunstancias de tensión psíquica y física", dice VIktor Frankl. Comprender eso es, quizá, una de las lecciones más importantes que tiene para dar.
Quizá te sea arrebatada la libertad física. Quizá seas obligado a pasar por las peores humillaciones. Pero sólo tú tienes poder en tu interior.
En cualquier circunstancia, superar la adversidad significa, en primera instancia, entender y aceptar la responsabilidad de elegir cómo nos queremos sentir.
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3. Tú puedes decidir cómo enfrentar las cosas
Pero claro, hay muchas cosas que uno no puede manejar. Las circunstancias, muchas veces (y a pesar de lo que nos digan) no dependen de nosotros.
Incluso cuando parece que se lo ha perdido todo, hasta la libertad misma, Viktor Frankl dice que hay algo más. Ese algo más, imposible de arrebatar, es la libertad del ser humano de elegir su actitud ante las cosas.
Cuando quieran dañarte, harán lo que sea para que te dejes vencer. Pero tú, aún siendo el más débil, aún aunque no puedas defenderte, todavía puedes ganar la batalla. Puedes elegir no dejarte vencer y seguir adelante.
4. El sufrimiento puede tener sentido
En esa elección personal, uno puede también elegir cómo enfrentarse al dolor. Puede hacerse de modo pasivo, dejando que el sufrimiento nos arrolle y no nos deje respirar.
Pero hay otra opción. Uno puede elegir aprender del dolor, darle sentido.
Claro, no es fácil. No es nada fácil, sobre todo porque el dolor nunca desaparece del todo. Pero, como dice Frankl, “el sufrimiento deja de ser en cierto modo sufrimiento en el momento en que encuentra un sentido, como puede serlo el sacrificio. Esto no quiere decir que el sufrimiento desaparece sino que cobra otro matiz, acercando al hombre a un propósito más profundo en la existencia".
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5. El amor es un camino
Lo que más ha predicado Viktor Frankl en todas sus enseñanzas, ha sido el amor. Pero el amor entendido más como una actitud hacia la vida, que como un sentimiento hacia una persona en concreto.
Para Frankl, el odio, la apatía, el resentimiento, no llevan a nada bueno. No hacen más que alejar al hombre del sentido de su vida, y, así, de la vida misma.
En cambio, amar a los demás y a uno mismo es entender, es hacer carne con el otro y es, en última instancia, encontrar el verdadero significado de la existencia.
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