Las 4 claves para relacionarte con los demás sin peleas

Algunas de las mejores charlas, risas o incluso ideas creativas suceden en grupo. Cuando nos relacionamos con otros podemos contrastar lo que pensamos, enriquecer nuestro punto de vista sobre algo, o simplemente cambiar la energía.

Pero quien suele juntarse con amigos o compañeros de trabajo sabe bien que aunque a veces puede ser muy positivo, los grupos pueden ser lugar de malentendidos, rumores, o incluso fuertes peleas.

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Cuando esto pasa, lo más fácil (y por eso lo más común, también) es culpar al otro. Pero, ¿alguna vez te pusiste a pesar qué pasaría si eligieras actuar diferente? En esta nota podrás conocer los 4 acuerdos toltecas, que son clave para mejorar cualquier reunión grupal, empezando no por el otro, sino por ti mismo.

1. Sé impecable con tus palabras

Muchas veces decimos cosas que no pensamos o simplemente hablamos de más sin darle el valor que realmente tienen las palabras que decimos (incluso que pronunciamos para nuestros adentros).

Por eso ten siempre presente esto: habla con integridad, usa el poder de tus palabras con un sentido amoroso, no hables mal de otros, ni tampoco de ti. Piensa que con una sola palabra puedes destruir, pero también puedes crear algo mucho mejor. Recuerda que tu intención se pone de manifiesto a través de tus palabras.

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2. No te tomes nada personal

Seguramente alguna vez te pasó que alguien te dijera algo que te resonara e inmediatamente te hayas puesto a la defensiva. Pero tienes que saber que los demás te señalan es una proyección de su propia realidad. No reacciones inmediatamente, intenta separarte de los comentarios que no sean expresados desde el amor.

3. No supongas nada

Muchas veces tendemos a completar lo que no entendemos del otro con nuestros propios miedos o expectativas. Pero nada bueno puede resultar de eso. Usa la comunicación y evita malos entendidos. Pregunta, no supongas; solo así sabrás el sentido que el otro le da a lo que dice o hace.

4. Intenta hacer siempre lo máximo que puedas

No siempre puedes hacer todo bien, pero sí puedes dar lo mejor de ti mismo, con tus posibilidades y limitaciones. Entendiendo esto evitarás sentirte frustrado o responder siempre a las demandas de los demás.

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