Julia Roberts decidió retirarse del centro de atención para cuidar de sus tres hijos. Para muchos, siempre será la novia de América, tras el éxito de 'Pretty woman' por su papel de Vivian. La actriz dejó atrás sus días como eterna protagonista de comedias románticas hace más de dos décadas, por lo que han pasado veintitrés años desde que protagonizara la última, Novia a la fuga, en 1999.
Roberts, la actriz de la gran sonrisa vuelve a las pantallas con 'Ticket to Paradise' junto a su viejo amigo y compañero en Ocean's Eleven, George Clooney, en un film que se estrenará en octubre.
La artista estadounidense de 54 años, asegura que hay una buena razón para explicar por qué ha pasado tanto tiempo desde la última vez que protagonizara su última comedia.
En una entrevista a The New York Time declaró, haciendo referencia a su trabajo y familia:
"Me considero un ama de casa"."Si hubiera leído un guión del nivel de 'Notting Hill' o tan divertido como el de 'La boda de mi mejor amigo', lo habría hecho. Pero no me ha llegado nada lo suficientemente bueno"
Julia también sostuvo que tuvo tres hijos en los últimos 18 años. Por lo que hizo referencia a que también ha sido una razón justificable de haberse alejado de las pantallas.
Reconoce que el momento idóneo llegó con Ticket to Paradise, escrita y dirigida por Ol Parker, en la que Julia Roberts y George Clooney interpretan a una pareja divorciada que se dirige a Bali para evitar que su hija cometa el mismo error que cometieron ellos hace 25 años. "La gente a veces malinterpreta la cantidad de tiempo que ha pasado y lo asocia que yo no he querido hacer una comedia romántica. No ha habido una posibilidad hasta que ha llegado a mis manos Ticket to Paradise". La ganadora de un Oscar por Erin Brockovich considera que está en un momento muy dulce además también por interpretar el personaje de Martha Mitchell, la mujer que provocó el escándalo de Watergate, junto a Sean Penn en la serie Gaslit, que se estrenará el 24 de abril. Pero si de algo esta verdaderamente orgullosa es de no haber trabajado tanto en los últimos años para estar en casa y cuidar de su familia.