Inventan las primeras abejas robóticas capaces de polinizar

Científicos de la Universidad Politécnica de Varsovia acaban de crear la primera abeja robótica capaz de polinizar de forma artificial. Se trata de un dron en miniatura que puede encontrar una flor, recoger su polen y transferirlo cuidadosamente de la flor masculina a la femenina para fertilizarla.

El invento parece de ser de una película de ciencia ficción, y de hecho tuvo mucha repercusión por lo similar que es a uno de los capítulos de la serie distópica Black Mirror. 

Su creador, el ingeniero polaco Rafal Dalewski, ha dicho que el insecto robótico ya ha sido probado con éxito en el campo y que su capacidad de polinizar "se ofrece como una esperanzadora alternativa para hacer frente a la reducción constante de la población mundial de abejas".

Por el momento, el dron puede fertilizar plantas y ya se han obtenido semillas de prueba, aunque aun no hay un insecto robótico que también sea capaz de fabricar miel. Pero, ¿por qué es necesario crear "falsas abejas"?

Todo lo que vemos en la naturaleza depende, de alguna manera, de las abejas: ellas son fundamentales para la reproducción de la mayoría de las especies vegetales y, en consecuencia, para que los animales que se alimentan de ellas puedan crecer. El 75% de los cultivos del mundo dependen de su polinización o la de otros insectos. Dicho de otra manera: sin abejas no hay vida.

Sin embargo, su existencia está amenazada. Estos pequeños insectos están muriendo en una proporción de un 30% anual, una tasa que representa el doble de la considerada normal. La causa de esta mortalidad acelerada tiene que ver con la contaminación, el calentamiento global, los agrotóxicos y otros factores que tienen a los humanos como principales responsables.

En poblaciones críticas, la tasa de mortalidad llega a un preocupante 80%. Esto significa que las abejas están enfrentando un serio peligro en el planeta; incluso ya se está hablando de amenazas de extinción. Pero el problema es mucho más profundo: si se pone en riesgo la vida de las abejas, entonces también lo estará la supervivencia de las plantas, los animales, y la propia raza humana.

¿Cómo podemos protegerlas?

Para proteger a estos valiosos insectos, cada uno de nosotros debe ser consciente de los hábitos que pueden perjudicarlas. Por ejemplo, muchos pesticidas y herbicidas las dañan, y evitarlos no significa solamente no utilizarlos en tu huerta o jardín, ya que la mayor parte de ellos se utiliza a gran escala en la agricultura. Una opción es consumir productos orgánicos y locales, para ayudar a reducir el uso de agrotóxicos en el campo. Puedes aprender más leyendo 7 cosas que puedes hacer para salvar a las abejas, y también cómo fabricar un "hotel para abejas" para tener en casa.

Muchas personas están tomando conciencia poco a poco del peligro que la muerte acelerada de las abejas representa, por eso están surgiendo proyectos en el mundo para ayudarlas, como el de esta niña de 11 años que montó su pequeña empresa para salvar a las abejas, o la reforestación aérea, un método que consiste en lanzar pequeñas bombas o bolas de semillas desde aviones a zonas deforestadas para que poco a poco comiencen a recuperar la flora y puedan volver a transformarse en el ecosistema de estos insectos. Apoyarlos es también una forma de ayudar.

Las abejas son seres sorprendentes. Se organizan en forma de sociedades con división de trabajo en su interior, tienen formas de comunicación complejas, por ejemplo la danza, mediante la cual las abejas obreras transmiten información unas a otras, y pueden ser tan leales como para perseguir un auto durante miles de kilómetros para salvar a la abeja reina.

Es una responsabilidad de todos tomar conciencia a tiempo para poder conservar la especie, y en consecuencia, todas las especies. 

Recuerda:

¡sin abejas no hay vida!