Magdalena Sánchez Blesa es una mujer multifacética. 

Es poeta, cocinera y tiene su propio restaurante en Murcia. Además, ha dirigido  película, y actuado. 

Pero para Magdalena, hay algo más que todos esos títulos: también es mamá. 

Por eso, le ha escrito mucho a sus hijos, pero este poema en particular se ha hecho viral: Instrucciones para mis Hijos. Es un canto a la vida, y es un verdadero "manual de instrucciones" que tanto niños como adultos deberían leer. 

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Sánchez Blesa actualmente lucha contra el cáncer de mama, y la serie de poemas que recopiló para sus hijos en el libro "Manual para mis hijos" espera dejarles como legado lo más importante en una vida: los valores. 

Este es el poema. Al final, puedes escucharlo, en el video, recitado por ella misma.

poema instrucciones para mis hijos

Jamás un conato* de daros la vuelta
Jamás una huida, por muchos que sean
Jamás ningún miedo, y si acaso os diera,
Jamás os lo noten, que no se den cuenta
Jamás un “me rindo”, si no tenéis fuerzas
Aunque fuese a gatas, llegad a la meta
Que nadie os acuse… ¡miradme a la cara!
Que nadie os acuse de dejar a medias un sueño imposible…
(Si es que los hubiera)
Yo no los conozco,
Y mira que llevo yo sueños a cuestas

Jamás, y os lo digo como una sentencia, ¡miradme a la cara!
Jamás en la vida paséis por el lado de cualquier persona sin una sonrisa
No hay nadie en el mundo que no la merezca
Hacedle la vida más fácil, ¡miradme!
A cada ser vivo que habite la tierra
Jamás se os olvide que en el mundo hay guerra
Por pasar de largo sin gloria ni pena delante de un hombre
Y no preguntarnos qué sueño le inquieta

Qué historia le empuja,
Qué pena lo envuelve,
Qué miedo le para,
Qué madre lo tuvo,
Qué abrazo le falta,
Qué rabia le ronda,
Qué envidia lo apresa…

Jamás, y los digo faltándome fuerzas,
Si el mundo se para,
Os quedéis sentados viendo la manera de que otro lo empuje
Remangaos el alma,
Sed palanca y rueda,
Tirad de la vida vuestra y de quien sea,
Que os falte camino,
Perded la pelea contra los enanos
No sed los primeros,
Que os ganen los hombres que no tienen piernas
No sabedlo todo,
Dejad que contesten los que menos sepan
Las manos bien grandes,
Las puertas abiertas,
Anchos los abrazos, fuera las fronteras
Hablad un idioma claro, que se entienda
Si estrecháis la mano, hacedlo con fuerza

Mirando a los ojos,
Dejando una huella
Prestad vuestra vida,
Regaladla entera
Que a nadie le falte ni una gota de ella

¡Cantad!

Que cantando la vida es más bella
Y jamás, os hablo desde donde nazca
El último soplo de vida que tenga,
Jamás una huida,
Por muchos que sean…

*Conato: comienzo de algo que no continúa.

Así es como Magdalena entiende la vida, y evidentemente ha logrado representar en sus palabras a muchas personas. No sólo a quienes tiene hijos; también a todas las personas sensibles que quisieran poder vivir (o haber vivido) así sus vidas. 

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¿Qué te pareció? ¿Se lo mostrarías a tus hijos?