Una de las grandes verdades de la vida es que no siempre podemos tener todo lo que queremos. Sin embargo, eso no nos inhibe de ser felices y apreciar cada instante valioso. Esto es algo de lo que la señora Nélida Coppola puede dar testimonio.

Esta mujer nació en Rosario, Argentina en 1928, un año antes de que diera inicio La Gran Depresión, una crisis económica a nivel mundial. Nélida provenida de una familia de clase media trabajadora que para ese entonces no podía acceder a ciertas cosas como por ejemplo los juguetes.

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Sin embargo, esto no fue un impedimento para Nélida al momento de disfrutar su infancia, pues su imaginación la acompañó en cada instante. Sus cosas, aunque eran pocas, fueron acompañantes de grandes momentos de diversión. Así continuó su vida la cual ha sido totalmente plena.

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Se casó y tuvo hijos, quienes años después le darían 12 nietos. Nélida vive rodeada de amor: siempre estaba acompañada por sus dos peritos Paco y Monita, quienes fueron un gran apoyo en el momento en el que enviudó. Sin embargo, poco después Paco y Monita también tendrían que partir. Desde ese momento su nieta Milagros quiso hacer algo para mantener feliz a su abuela.

“Yo ya veía venir la situación, no podía ver a mi abuela sufrir de nuevo, y me acordé de la forma en la que miraba mis peluches cuando era chiquita; lo mucho que le gustaban mis muñecas“, contó Milagros. Por eso decidió darle una sorpresa.

Al poco tiempo, Milagros le regalo a su abuela un perrito de peluche con collar como muestra de cariño y apoyo. La reacción de Nélida fue simplemente enternecedora.

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"Me dio uno de los abrazos mas lindos que recibí en mi vida. Lo abrazaba, lo acariciaba, estaba tan agradecida, ella sentía que le había dado un compañero”, contó la joven.

Dado que a la señora Nélida le gustan tanto los peluches su nieta le regala uno en cada cumpleaños. Así ha logrado tener un perrito, un gatito y un conejito, tres animales de juguete que la señora atesora y considera sus compañeros.

Fuente: Upsocl.