Preguntar si existe el karma podría ser algo bastante común entre aquellas personas que desean aprender acerca del budismo. Y es por este motivo que te comentamos si ¿existe el Karma? 6 razones para creer su existencia y las 12 leyes que lo conforman.
Quienes se lo preguntan, deben tener en cuenta que se trata de una palabra que se usa de forma cotidiana. Pero de la que probablemente, no se comprende del todo su significado, su origen y tampoco las 12 leyes que forman parte de este concepto.
¿De qué se trata el karma?
Antes de responder esta pregunta, es necesario conocer qué es el karma. Y es que se trata de un vocablo que proviene del sánscrito, que a traducirlo al español significa “hecho” o “acción”. Partiendo de la perspectiva de algunas religiones que son dármicas, como en el caso del hinduismo y el budismo, el karma tiene que ver con energía. Que es desprendida por cada una de las acciones que realiza el individuo y que se refleja en las reencarnaciones.
En referencia a qué es el karma, también es necesario saber que sus leyes están basadas en la idea de que cada reencarnación posee influencias de los actos llevados a cabo en las vidas anteriores. Las palabras y los pensamientos, por otro lado, también condicionan al karma.
¿Cuáles son los motivos que afirman que existe el karma?
Una vez que se tiene presente qué es el karma y se presentan muchas dudas sobre si existe el karma, a continuación mencionamos 6 motivos que afirman su presencia en la vida.
Siempre regresa con más fuerza: Si en algún momento alguna persona intenta hacer un pequeño acto desagradable para otra, sin importar que sea sin intención, el karma regresará dicha acción con diez veces más fuerza.
No distingue entre género o edad: Como bien se sabe, el karma es la energía que se desprende de las acciones que realiza el individuo. Y esto se aplica a cualquier género sin importar la edad. Por ejemplo, si un niño quiere golpear a otro con una pelota, probablemente la pelota rebote y el niño que ha lanzado la pelota, resulte golpeado.
Es imposible escapar del karma: Pese a que un individuo haya realizado algo negativo o positivo en días, semanas o años anteriores, en cualquier motivo esa energía regresa.
Está en todas partes: Esto es algo que podemos explicarlo con el siguiente ejemplo. Cuando una persona tiene sentimientos de ira o enojo y desea desquitarse con cualquier objeto que se encuentre en la calle, es probable que ese objeto termine convirtiéndose en el peor enemigo.
Implacable si atacas la naturaleza: A veces, incluso querer cortar un árbol representa un acto de tanta energía que la naturaleza responderá a ella.
El karma puede transformarse en cualquier objeto que sea cotidiano: Hasta un simple lápiz puede actuar como canal para la manifestación del karma.
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Las leyes del karma
Para saber con detalle si existe el karma, es necesario conocer las 12 leyes que lo conforman. Ya se ha mencionado qué es el karma, y como se puede ver, no ofrece lugar para la casualidad. Por lo tanto, a continuación detallamos cada una de las leyes del karma.
Ley de causa y efecto
Esto es algo que muchos han plasmado en fases del karma. Siempre se ha tenido presente esta ley aunque muchos no lo sepan. Tanto es de esta manera, que ciertos expertos han relacionado la ley de la casualidad universal con dicha ley del karma. Según esta ley, aquello que se siembra es lo que se cosecha. Lo que se coloca en el universo es lo que regresa hacia nosotros. Quiere decir que, la energía negativa que se envía a otros es lo que regresa nuevamente, pero mucho más fuerte.
Entonces, en respuesta a si existe el karma, hay que saber que esto es el juez de los actos que ayudan a reflexionar acerca de los sufrimientos. Así, y dejando atrás la parte espiritual, este es un principio que cuenta con una enorme correspondencia psicológica.
Ley de creación
Se sabe bien que la vida necesita que todos participemos en ella. En otras palabras, todo ser vivo es uno con el universo fuera y dentro. Siendo parte de la corriente de nacimiento de la naturaleza y las vidas se reproducen como cualquier ciclo de la naturaleza. Todo lo que se encuentra a nuestro alrededor, nos ofrece pistas acerca de nuestro estado interno. Crear las opciones que se quieran tener en la vida es lo que indica el karma.
Dentro del budismo, cada individuo es plenamente responsable de todo lo que hace. Las leyes del karma enseñan que se tiene la libertad suficiente para ser capaz de crear la realidad que se desea. No obstante, con el tiempo se es juzgado con respecto a las elecciones que han sido tomadas, a ese tejido que es diseñado con base en las acciones. Y este es otro aspecto que se resalta en las fases del karma mencionadas por reconocidos budistas.
Ley de humildad
Lo que se niega a aceptar, seguirá pasando. Este es un principio tan conocido dentro de las leyes del karma, y se puede observar con mucha frecuencia en la vida cotidiana. Todos de alguna manera, poseen ciertas realidades internas que no se quieren ver. En cualquier persona habita el egoísmo, el apego excesivo hacia lo material o incluso la dependencia absoluta hacia alguna persona.
Ser humilde es tener la capacidad de observar la realidad, aunque no sea nada agradable. Implica observar hacia el interior para mirar todas las heridas, debilidades y defectos. Solo quien tenga la capacidad de observarse con autenticidad, es capaz al mismo tiempo de aplicar un cambio.
LEy de crecimiento
Donde sea que desees ir, siempre estarás presente. Para tener un crecimiento con autenticidad, es el individuo mismo quien tiene que cambiar y no las demás personas, las cosas o los lugares alrededor. Sin embargo, aplicar un principio tan básico como este necesita de un esfuerzo enorme. El motivo de esto, es que la sociedad no ha educado al ser humano para seguir la ley de crecimiento.
La humanidad es ese mundo obsesionado en mirar hacia el exterior, en obtener lo que no se tiene, en envidiar lo que otro posee. De esta manera, el ser humano es una entidad pasiva que espera a que otros cambien para ajustarse a las necesidades. Solo se tendrá el control sobre sí mismo cuando se tenga la capacidad de crecer desde el interior. Es decir, hay que aceptar las cosas por como son y por cómo se quiere que sean.
Ley de responsabilidad
La felicidad de los allegados depende de lo que se haga, de lo que se diga o lo que no, incluso de los silencios, de la presencia o de la ausencia. Toda persona es responsable de las elecciones, de sus éxitos y errores. De acuerdo con las leyes del karma, todo lo que ocurre es un reflejo del mismo interior. A pesar de esto, queda bastante claro que algunas cosas escapan del control. Ya que, en los momentos más inesperados llega la adversidad.
Ley de conexión
El mismo universo se inscribe en las pequeñas cosas. De acuerdo al karma, todas las dinámicas se encuentran conectadas. Puesto que, todo lo que existe, está conectado como si se tratara de una pulsera. Entonces, si una perla se mueve, esta moverá a las demás y si una se rompe, las demás también se van a desprender.
Ley de enfoque
No es posible pensar en dos cosas al mismo tiempo. Es de gran importancia ir escalando peldaño a peldaño, poco a poco. Cuándo se pierde el norte en la brújula, se despierta la ira y la inseguridad. Por lo tanto, la realidad está llena de misterios, rincones dónde hallar la felicidad y oportunidades.
Ley de dar y de hospitalidad
Quien tenga la capacidad de dar aquello que le pertenece, también ofrece parte de su energía. Hace al universo más amplio y mucho más receptivo. Ofrecer y acoger son dos principios vitales en el ser humano, aquello que los hace grandes y nobles.
Ley del aquí y el ahora
Mirar hacia el pasado y vivir anclado en él, es lo que impide disfrutar del presente. Hay que aprender a centrarse en lo que ocurre en este preciso instante, es decir, el aquí y el ahora. La humanidad es esa sociedad ocupada e hiperconectada. En todo momento atenta a múltiples estímulos. Y el presente se dibuja del horizonte frente a tanta presión, ansiedad e información.
Ley del cambio
La historia constantemente hasta que aprendamos las lecciones que sean necesarias para cambiar. En otras palabras, si solo has estado en relaciones problemáticas, ambientes laborales tóxicos o experimentado sucesos desagradables de forma repetitiva, es por no haber aprendido la lección completamente.
Ley de paciencia y recompensa
Nada llega porque sí, y a pesar de que en algún momento puedan ocurrir esas mágicas casualidades, son acontecimientos que responden frente a una causa inicial. Nosotros mismos somos los arquitectos del presente, quienes construimos nuestro propio futuro.
Ley de importancia e inspiración
Cada contribución personal también es una contribución a la totalidad. Cuando las contribuciones son mediocres, no ocurre ningún impacto en la totalidad, siendo tan comunes que se acumulan entre ellas. Por lo tanto, hay que tener la capacidad de implicarse en todo lo que se lleva a cabo.
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