Chris Ulmer es un maestro de Florida que tiene un método muy especial que está cambiando radicalmente la vida de sus estudiantes.
Sus alumnos son muy diferentes entre sí, ya que tienen algunas condiciones especiales. Algunos tienen autismo, otros problemas de aprendizaje, o daño cerebral. Muchos niños en el mundo tienen esas mismas condiciones y van a la escuela, pero Chris pensó y comenzó a utilizar un método muy especial que les está cambiando la vida.
Cada mañana, antes de comenzar con las clases, simplemente le recuerda a los niños lo maravillosos que son.
Ulmer dedica los primeros 10 minutos de cada día de clase a resaltar las cualidades positivas que cada uno de los estudiantes posee. Chris estaba convencido de que, si comenzaban el día motivados, los chicos enfrentarían mejor los retos del aprendizaje. Apenas comenzó a implementar este método, confirmó que realmente un cambio ocurría.
El maestro explicó a los medios de comunicación que, poco a poco, los estudiantes, que provenían de un entorno segregado de la educación general, comenzaban a integrarse en actividades con niños de su edad y que los hacían sentir bien. “Ahora están participando en las actividades escolares, bailando ante cientos de niños y hasta acuden al club de debate”, cuenta orgulloso.
Una de sus premisas es la de ponerse en el lugar de cada niño, para generar empatía y poder imaginar cómo se sienten.
En la infancia, la personalidad es muy maleable y todo lo que otras personas, niños y adultos, dicen o hacen, tiene una gran influencia en el autoestima del pequeño y en cómo este chico se enfrentará a la vida. Si le dices a un niño que es maravilloso, simplemente lo será, y si le dices que es un inútil, probablemente no pueda cumplir los objetivos que se propone. Eso es algo que este maestro tiene muy presente.
Chris ya lleva tres años dando clases al mismo grupo de niños y los siente como parte de su familia. Con permiso de los padres, está preparando un libro que reúne las historias motivacionales de estos niños que sortearon grandes obstáculos en la vida.
Su historia se viralizó en las redes sociales convirtiéndose en un ejemplo para muchos otros docentes del mundo. De este modo, podría ser la semilla de un gran cambio en el modo en el que los niños aprenden.
Experiencias como éstas nos impulsan a que todos comencemos, poco a poco, a comprender el efecto que las palabras positivas y el reconocimiento de lo que hacemos bien tiene sobre nosotros. Tanto los niños con capacidades diferentes, como todos los pequeños estudiantes del mundo, tienen derecho a aprender felices, recordando cada día lo valiosos que son para este planeta.
Conoce a Chris y a sus estudiantes en el siguiente video: