Este joven muestra cómo viven los pueblos originarios por el avance de la soja

Lucas Van Esso tiene 29 años y es cineasta. Pero aunque su profesión y vocación se volcaron hacia el cine, para su primer película no escogió narrar una historia de ficción.

Un viaje hacia el norte de su país, Argentina, fue, para él, mucho más que una aventura. Allí conoció la historia y realidad de los wichis, una comunidad originaria que reside en el Chaco Salteño. Y a partir de ahí, su profesión encontró una causa que funcionó como un motor hacia delante. 

“Me abrió las puertas de un mundo que desconocía. Sentí que había un inconsciente colectivo sobre el Norte y su inmediata asociación con la pobreza, pero nadie muestra la belleza y los recursos naturales que posee la región”, señala Lucas.

A partir de ahí, no pudo esquivar la mirada; y eligió, por el contrario, ampliarla para que todo el mundo la conociera. Así nació la idea de filmar una película que pudiera reflejar esa realidad que tanto le había impactado.  

“Gran Chaco” es el nombre de este documental que desenmascara el conflicto socio-ambiental que afecta la región boscosa más grande del mundo después del Amazonía, y que se extiende desde Argentina a Paraguay, Bolivia y Brasil. 

La película revela la relación de los pueblos originarios con la naturaleza y los problemas causados por la deforestación debido al avance de la frontera agrícola, especialmente de la mano de la soja. Y lo hace de la manera más fiel: a través del testimonio de sus mismos protagonistas, quienes expresan con sus relatos la riqueza cultural, la belleza, la biodiversidad y el conflicto de su tierra. Junto con sus voces también se recogen otros testimonios de profesionales e investigadores en el área.

Rodada en un mes y medio, y casi íntegramente en la región del Gran Chaco Americano, en la película se destacan las imágenes de gran calidad fotográfica capaces de retratar con simpleza y estilo los rostros, el paisaje, y la flora y fauna.   

El documental además contó con la participación del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel y la musicalización del talentoso Gustavo Santaolalla. Su realización fue apoyada por la Universidad de Buenos Aires (la Facultad de Agronomía fue productora del proyecto) y organizaciones del tercer sector como Greenpeace, que donó material audiovisual.

“Gran Chaco” es el primer largometraje de Lucas, y ha sido reconocido con distintos premios desde que fue estrenado por primera vez en 2014 en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, el más importante de Latinoamérica. 

Hoy el documental se re estrena online para que todo el mundo pueda conocer esta realidad de vida, tan olvidada (o silenciada) por la cultura occidental, y especialmente por sus negociados. 

Mira el reestreno especial del documental online

Hoy, Lucas sigue adelante con su vocación de hacer visible lo que pasa inadvertido. Actualmente está trabajando en su segunda película: “Los límites del agua”, con una temática similar y en el mismo lugar en el que realizó su primer obra de arte, y realidad.