Jhoana Espinoza y su abuelo fueron la prueba del amor más puro que pueda existir. La chica viralizó su historia en la red social TikTok y ambos lograron conmocionar a los usuarios con su tierna historia.
Un mes después de este suceso, aquel hombre que viajaba todos los días en bicicleta para llevarle el almuerzo a su nieta, perdió la vida. Dejó un vacío en muchos corazones, tanto de su familia como de los usuarios que se encariñaron con él.
Puede interesarte: “Los necesito“: Billie Eilish dijo que preferiría “morir” antes que no tener hijos
La joven originaria de Sinaloa, México, publicó un video en TikTok en el que mostraba el gesto de amor que su abuelito tenía con ella diariamente. El señor falleció a los 80 años, y pedaleaba todos los días en una bicicleta rumbo al trabajo de Jhoana con el objetivo de llevarle comida caliente a su trabajo.
Para esta chica, su abuelito era como un padre. Siempre estaba al pendiente de lo que pueda necesitar y sin importar las inclemencias del clima, todos los días le llevaba la comida con mucha felicidad.
Ese video acumuló más de seis millones de reproducciones en la red social. Gracias a eso, Jhoana se permitió compartir más grabaciones de los momentos que pasaban juntos, las cuales ahora quedarán solo para el recuerdo y para nunca olvidar el legado de amor que este hombre dejó hacia su nieta.
TRiste final
El abuelo de Jhoana, para algunas persona, ya era un ícono de las redes sociales y nunca se imaginaron que poco tiempo después la tiktoker daría la noticia de que el señor había perdido la vida. En un video, recopiló muchas fotografías que tenía junto a él y las publicó acompañadas de una canción significativa para ella, con la siguiente descripción: “Era la más afortunada de este mundo, lo tenía todo con solo verte y hoy ya no tengo nada. Me dejas un dolor inmenso papá, siempre te amaré... Cómo dueles mi precioso”.
Otro artículo para leer: [VIRAL] Debía dibujar seres vivos y no vivos: su respuesta fue enternecedora
Los usuarios que la siguen en la red, de inmediato reaccionaron ante esta inesperada noticia y se dijeron dolidos porque no volverán a ver al señor alegre que, a sus 80 años, bailaba y se mantenía positivo ante cualquier situación.
Esta historia deja una enseñanza muy importante: valorar a quiénes tenemos al lado y nos demuestran su amor, a apreciarlos en vida y abrazar momentos compartidos con los seres queridos.
Fuente: La Nación.