¿Qué significa para ti la fidelidad? Seguramente cuando piensas en alguien "fiel" en tu mente aparezca una persona incondicional, confiable, firme, coherente con respecto a sus ideas y acciones; alguien para quien el compromiso es muy importante. Posiblemente, también, te resulte más sencillo pensar en la fidelidad o infidelidad en el plano de la pareja. Quizás, incluso, recuerdes cómo te sentiste si alguien alguna vez te fue infiel y traicionó tu confianza. 

Pero, hay un "secreto" sobre la fidelidad- infidelidad que solo muy pocas personas conocen y practican. Sería bueno que lo conozcas porque podría darte la clave para tener una relación plena y feliz. 

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Ser fiel implica ser leal, firme y constante en lo que sientes, piensas y en la manera en que actúas. Pero la fidelidad o infidelidad no solo es una cuestión de pareja, aunque estemos acostumbrados a pensarla de esa manera. Hoy, la fidelidad se ha convertido en una cuestión de mantener o no la monogamia en la pareja. Pero hay antes una fidelidad incluso más importante: la que tienes contigo mismo. 

Es común que al comenzar a estar en una relación, los límites de lo que es personal de uno o del otro puedan desdibujarse. Y en ese intercambio, en esas intimidades que se encuentran, puede que uno comience a depositar (de un modo inconsciente, sin darse cuenta incluso) sus propios deseos, dificultades, temores y expectativas, en el otro. Así, el compañero o compañero aparece como "responsable" de la propia felicidad, infelicidad, etc, etc. 

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Pero esto, en verdad, ese encuentro solo nos funciona a modo de espejo. En el Otro nos vemos reflejados nosotros mismos. Y entonces tenemos frente a nosotros la posibilidad de un gran aprendizaje. 

¿Qué quiere decir esto? Que antes de pedir o asumir la fidelidad con otro, nos debemos primero esa fidelidad hacia nosotros mismos. ¿Soy fiel a lo que siento? ¿Sé cuidarme? ¿Soy auténtico/a? ¿Sé procurar mi bienestar? ¿Puedo reconocer mis limitaciones?

Solo conociéndose uno mismo, haciendo silencio y mirando hacia dentro, es posible crecer, asentarse y re-conocerse. Para luego poder tener una relación sana y feliz; sabiéndose siempre fiel y completo, primero, con uno mismo.