Joan Murray es unaejecutiva bancaria y paracaidista estadounidense que sobrevivió a una caídadesde una altura de 14,500 pies (4400 metros). ¿Cómo se salvó? Gracias a miles de hormigas.
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Murray ocasionalmentesaltaba en paracaídas antes de su accidente. Sin embargo, esa vez todo cambió.
El 25 de septiembre de1999, usó su paracaídas desde 14,500 pies. Su paracaídas principal no se podíaabrir, y aunque su paracaídas de emergencia se abrió a 700 pies, se desinflórápidamente.
Ella se acercó al suelo a80 millas por hora (128 kilómetros por hora), aterrizando en un montículo de hormigasde fuego (conocida también como hormiga roja). Cualquiera hubiera muerto en un accidente así. ¿Pero qué pasó? Las hormigas salvaron su vida.
Los médicos explican que el impacto de haber sido picada más de 200veces por las hormigas liberó una oleada de adrenalina que mantuvo su corazónlatiendo.
Murray sufrió heridasgraves, rompió el lado derecho de su cuerpo y le quitó parte de sus dientes.Entró en coma durante dos semanas, pero sobreviviódespués de 20 cirugías reconstructivas y 17 transfusiones de sangre. Luego se recuperó prácticamente por completo.
Ella continuó trabajando despuésdel accidente, rechazando la jubilación por discapacidad. Tomó sesiones de terapiafísica y recuperó toda su movilidad. Pero hay un detalle que es quizás el más inspirador de la historia: ella voló nuevamente en paracaídas enel 2001.
¿No es una historia increíble?