El Papa difundió un video con un mensaje a los jóvenes, con motivo de prepararlos para la Jornada Mundial de la Juventud que celebrarán todos los católicos del mundo en el Domingo de Ramos (el próximo 9 de abril).
En su discurso, los instó a expresar sus pensamientos, a manifestar su coraje, sus sueños e ideales, para provocar la caída de los “muros del inmovilismo” y abrir caminos a un mundo mejor, más justo, menos cruel y más humano.
En el mensaje, Francisco puso como ejemplo a la Virgen María cuando era adolescente: señaló que ella "no se quedó encerrada en su casa", ni se dejó paralizar por el miedo ni el orgullo, y que la muchacha no buscaba sentirse cómoda y segura sin que nadie la molestara, sino cumplir con su misión.
Según el mensaje del Papa, los jóvenes deben ser los protagonistas del cambio: “Dios se fija en ustedes y los llama, y cuando lo hace está mirando todo el amor que son capaces de ofrecer. Como la joven de Nazaret, pueden mejorar el mundo, para dejar una huella que marque la historia, la de ustedes y la de muchos."
Francisco utilizó palabras y metáforas modernas para llamar la atención de los adolescentes. Dijo que: "La Iglesia no es un Flashmob", en referencia a un baile multitudinario en un espacio público en el que un grupo de personas ejecuta la misma coreografía de forma sorpresiva y después se disuelve rápidamente.
También se atrevió a hablar de los "reality shows". Dijo que la televisión está llena de ellos, pero que “no son historias reales” sino solo unos minutos que corren delante de una cámara, en los que los personajes viven al día y sin un proyecto. Llamó a los jóvenes a ser diferentes. “No se dejen engañar por esa falsa imagen de la realidad. Sean protagonistas de su historia, decidan su futuro”, exhortó.
También destacó lo valiosos que son los jóvenes para él. “Muchos dicen que ustedes, los jóvenes, son olvidadizos y superficiales. No estoy de acuerdo en absoluto. Pero hay que reconocer que en nuestros días tenemos que recuperar la capacidad de reflexionar sobre la propia vida y proyectarla hacia el futuro. Tener un pasado no es lo mismo que tener una historia”.
Para los jóvenes que se sienten perdidos, arrepentidos o creen que hasta ahora han seguido un camino equivocado, recordó: “No hay santo sin pasado, ni pecador sin futuro”. Invitó a los jóvenes a cambiar lo que deseen cambiar y proponer un futuro nuevo con valentía.
El Papa, que siempre suele mostrarse entusiasmado con los jóvenes y hasta dispuesto a tomarse "selfies", también hizo referencia a la gran JMJ, un encuentro multitudinario que se realiza cada 3 años y está previsto para 2019 en Panamá. Invitó a todos los jóvenes a participar y a formar parte de un cambio profundo que, según él, el mundo necesita.
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