¿Todavía seguimos pensando en el medio y el hombre como cosas separadas?Es un error muy común pensar que el cambio climático es sinónimo únicamente a desastres naturales como: inundaciones, sequías, derretimiento de glaciares, o animales en peligro de extinción. Porque todos esos fenómenos, que a primera vista parecen tan externos a nosotros, más aún si no han sucedido todavía en nuestro país, tienen una gran influencia sobre nuestros cuerpos, inciden en nuestra salud y en nuestro bienestar.
Los científicos sociales han venido trabajando en esta línea tratando de desentrañar qué podría ocurrirnos con todos estos cambios. Un reciente estudio publicado en la revista Science explica que el calentamiento global también podría causarnos insomnio.
Nick Obradovich, Robyn Migliorini, Sara C. Mednick, y otros colegas autores del estudio señalan que en un mundo donde las temperaturas cada vez son más elevadas, nos quitarán el sueño. Los más perjudicados serán los ancianos y también las personas de más bajos recursos.
De acuerdo a esto, los científicos prevén que para el 2050 tendremos 6 noches más de insomnio al mes por cada 100 personas. Y además, para el 2099, esta cifra aumentará a más del doble: 14 noches mensuales.
¿Por qué? Por algo muy sencillo: tanto el frío como el calor excesivo pueden alterar el sueño de todas las personas. Y esto, en su bienestar, es un efecto dominó, ya que no descansar lo suficiente incide en el estado de salud y bienestar general.
La melatonina, hormona encargada de "darnos sueño", disminuye a medida que aumenta la temperatura corporal, generándonos problemas para conciliar el sueño.
Para realizar este estudio, el experto en ciencias políticas que investiga el cambio climático, Obradovich, examinó datos de 765.000 encuestados de EE.UU. de 2002 a 2011 que, mediante un cuestionario señalaron sus patrones de sueño mensuales . A partir de allí descubrió una conexión entre las fechas de temperaturas más altas registradas, y las respuestas de los participantes. Y luego, combinaron las estimaciones históricas con proyecciones de modelos climáticos y detallaros los impactos potenciales del sueño de los cambios climáticos futuros.
Aún así, estas estimaciones pueden ser criticadas, ya que se precisarían hacer estudios más profundos para observar realmente qué sucede durante el sueño con los cambios de temperatura; y, por el hecho de que las previsiones a futuro siempre son aproximadas.
Para los autores del estudio, su investigación proporciona la primera evidencia de que el cambio climático puede perturbar el sueño humano. ¿Tú qué crees?