Para algunos es un deporte, para otros la crueldaden su estado más puro. Algunos toreros besan al toro que acaban de matarpor diversión. El toro, con inocencia e ingenuidad no comprende el porqué. A ese acto se le conoce como el beso de Judas.
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El diccionario la define como “arte”, sin embargo, latauromaquia no es más que matar toros por diversión. Sus antecedentes seremontan a la Edad de Bronce en la antigua Roma, cuando los toros eranarrojados a la arena del circo para su captura y muerte por parte dealgunos representantes de familias nobles, quienes mostraban así sus dotes decazadores.
Al día de hoy, muchos justifican este acto cruelcomo parte de la “tradición”, sin embargo, ninguna tradición del mundoactual debería justificar la crueldad.
Latauromaquia hoy
A pesar de tener miles de años, la diferencia no esmucha, durante semanas de sacrificios y sufrimientos, el toro es arrojado alruedo para que un hombre lo mate y así divertir a muchos.Con el esfuerzo de algunas ONGs, en algunas ciudadesse la logrado erradicar esta actividad.
Según datos de la ONG Anima Naturalis:
- Desde el año 2007, losfestejos taurinos han descendido un 47% en toda España.
- Desde el año 2010,en Cataluña, organizaciones en defensa de los animales cuentan con el apoyode más del 73% de la población para abolir esta cruel tradición.
En este mismo esquema, la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y delMaltrato Animal (AVATMA), refleja:
- En 2007 hubo 3.651festejos en plaza, en 2017 hubo 1.553.
- En 2007 losprofesionales taurinos eran 7.397, en 2017 fueron 10.959, es decir: 10 añosdespués, con 2.098 festejos menos, hay 3.562 profesionales más. En resumen, hay32,6% más profesionales taurinos que en 2007. Increíble, ¿no?
Matar nunca debería ser divertido. ¡Sigamos defendiendo los derechos de los animales!