En 1991, a Michael J. Fox le diagnosticaron Parkinson y su vida cambió por completo. Esto sucedió meses después de estrenarse la tercera entrega de Volver al futuro. Tenía 30 años y estaba en la cima de su carrera.
Desde entonces, el actor ha estado viviendo una vida más o menos normal, con períodos más difíciles que otros y dedicándose solo parcialmente a la interpretación.
En su libro de memorias, No hay mejor momento que el futuro, publicado en español a principios de 2022, el exactor había contado que en 2018 comenzó su etapa más complicada ya que se tuvo que enfrentar a una cirugía de médula espinal, para que le extirpen un tumor y tras esa cirugía se fracturó el brazo izquierdo.
Fue este último año el que ha sido el más difícil de su vida, según contó en una entrevista. La enfermedad empeoró y, con ello, llegaron nuevos obstáculos para él.
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“Me rompí la mejilla, la mano y luego el hombro. Me pusieron un hombro de reemplazo y me rompí el brazo derecho, luego el codo. Tengo 61 años y cada vez lo siento más”.
También, en septiembre, perdió a su mamá de 92 años, por lo que este último tiempo ha sido una etapa muy difícil de atravesar para Fox. Al respecto, dijo: "Ha sido un enorme esfuerzo, pero soy feliz. Lo digo porque espero que, a ciertos niveles, haya gente capaz de encontrar la felicidad pese a todo aquello por lo que estén pasando”.
A pesar de que el Parkinson afecta los movimientos de Michael, los que lo rodean niegan que la enfermedad esté progresando cada vez más rápido. A raíz de una infección que sufrió después de la operación de su mano rota, tuvo la extremidad inutilizable, lo que le provocó problemas de equilibrio y caídas más frecuentes.
Por todo lo que le venía sucediendo, su estado emocional se vio afectado. “La verdad es que nunca he sido un tipo malhumorado, pero me ponía de mal humor. Trataba de cortarlo de raíz y les decía a mis cuidadores: ‘Diga lo que diga, imagínense que les digo ‘por favor’ al principio y ‘gracias’ al final”.
El apoyo incondicional de su esposa, Tracy Pollan, y madre de sus cuatro hijos, ha sido fundmental.
Mis hijos pequeños nunca me han conocido sin Parkinson. Nunca han conocido otra cosa.
Fox contó que usa todo tipo de herramientas para poder desplazarse, como ser un andador, una silla de ruedas o un bastón, y que se va recuperando de a poco.
Hace unas semanas reapareció en un escenario de Nueva York para una minirreunión con su coprotagonista de Volver al futuro, Christopher Lloyd. “Creo que es genial caminar solo. Es fantástico”, dijo a People.
En la reunión, Fox agradeció a Lloyd su apoyo durante todos estos años. “Personas como Chris han estado ahí siempre para mí. No se trata de lo que tengo, se trata de todo lo que me han dado: la voz para hacer esto y ayudar a la gente”.
En 2000, nueve después de su diagnóstico, el actor creó la Fundación Michael J. Fox para investigar el Parkinson y encontrar una cura para la enfermedad, con el objetivo de ayudar a personas que la padecen como él.
Fuente: La Nación.