No hay nadie que no haya pasado alguna vez por una situación incómoda donde no supo bien cómo reaccionar: si salir corriendo, ocultar el rubor en las mejillas, o directamente echarse a reír.
Pero a no todos nos parecen vergonzosas las mismas cosas. Algo que para alguien puede ser una anécdota divertida, para otros puede parecer el fin del mundo.
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Si quieres saber cómo eres tú, ponte en esta situación: imagínate que has llegado a la casa de tu reciente pareja, y es el momento de conocer a sus padres. Tienes una cena familiar y sabes que la familia suele ser cerrada con los novios/as de su hijo/a. De por sí es una situación incómoda que vienes esperando hace mucho, pero sucede algo que lo hace aún más vergonzoso para ti.
Mira las siguientes opciones: ¿qué es lo peor que podría pasarte? Elige solo una opción y luego lee la respuesta.
1. Soplarte la nariz y que no te quede limpia del todo.
2. Salir del baño y llevarte un papel higiénico pegado en el zapato sin que te hayas dado cuenta.
3. Que te quede una hoja verde pegada en el diente a la hora de comer.
4. Tener mal aliento.
5. Haber olvidado depilarte una zona visible.
6. Que se te escape un gas sin que puedas controlarlo.
7. Tener olor a transpiración.
8. Que te digan que te quites los zapatos para entrar y tú tengas mucho olor a pie, las medias rotas o las uñas sucias.
9. Que te haya quedado dentífrico en la cara sin que te hayas dado cuenta.
10. Reírte muy fuerte de algo que nadie más se ría.
11. Que se callen todos de repente y tú justo digas un comentario que no era para que escuchen todos.
12. Ir al baño y que justo entre otro después de ti, sin poder disimular el olor.
13. Tropezarte.
14. Levantarte de una silla y dejarla transpirada.
15. Mancharte la ropa si es que estás en esos días de tu ciclo (si eres mujer).
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Respuestas: y tú, ¿cómo eres frente a algo incómodo?
1. Soplarte la nariz y que no te quede limpia del todo.
Puede que en momentos incómodos tú solamente estés pensando en huir. Pero como algunas cosas debes hacerlas igual, puede que seas un poco alérgico o somatices. Ésa puede ser una manera en que tu cuerpo rechaza la situación. Tómatelo con más calma.
2. Salir del baño y llevarte un papel higiénico pegado en el zapato sin que te hayas dado cuenta.
En momentos incómodos, directamente tu mente se desconecta. Puedes llegar a ponerte muy nervioso y no prestar mucha atención a nada más que tu reloj. Te presionas demasiado. Sé tú mismo y relájate.
3. Que te quede una hoja verde pegada en el diente a la hora de comer.
Si esto es de lo peor que puede pasarte es que eres una persona que en momentos incómodos suele ser muy diplomática; siempre quieres caer bien y te importa mucho la impresión que los demás tienen de ti. Puedes parecer un poco rígido y hasta falso, en ocasiones. Confía más en lo bueno que tienes.
4. Tener mal aliento.
Ante situaciones incómodas, tu punto débil es el estómago. Puede que te sientas indigesto, con gases o más hinchado que de costumbre. Relájate. Todo está en tu mente.
5. Haber olvidado depilarte.
Puedes sentirte incómodo ante situaciones que el resto de la gente quizás ni siquiera percibe. Sueles ser un poco más sensible que el resto de las personas, y demasiado detallista. Haz foco en lo importante, y verás cómo te sientes más liberado.
6. Que se te escape un gas que pensaste que no tendría sonido.
Las situaciones incómodas a ti, en el fondo, te dan un poco de gracia. Te sientes tan tenso que te divierte un poco jugar con fuego. Pero cuidado, a veces puede salir mal.
7. Tener olor a transpiración.
Sueles ser una persona que ante las situaciones incómodas disimula mucho su molestia. Pero no eres un negador y sabes bien que quisieras que termine pronto. Por eso tu cuerpo puede hacértelo notar, aún aunque tú no lo quieras. Si respetas lo que sientes, estarás más en armonía contigo mismo.
8. Que te digan que te quites los zapatos y tú tengas mucho olor a pie, las medias rotas o las uñas sucias.
En las situaciones más incómodas, tú solo te fijas en lo que está a la vista; en lo que los demás ven o pueden ver de ti. Eso es lo que te parece más importante; tu foco está ahí, pero puede que en el medio se te pasen de vista otros detalles. Ser tu mismo tiene que ser lo más importante de todo, siempre. No lo olvides.
9. Tener dentífrico en la cara sin que te hayas dado cuenta.
Eres de las personas que frente a una situación incómoda, directamente tiembla. Dudas mucho antes de ir y cuando lo decides, haces todo a último momento. Puede que seas, en esto, un poco extremista: o te importa demasiado y estás mucho tiempo pensando qué hacer; o directamente no te importa nada y cuánto menos te prepares o lo pienses, mejor. Busca el punto medio.
10. Reírte muy fuerte de algo que nadie más se ría.
Eres de las personas que frente a una situación incómoda, la risa y el sentido del humor lo ayudan como un salvavidas. Esto es genial; ya que puede ayudarte a descomprimir situaciones muy tensas, pero también, si no lo sabes controlar o usar a tu favor, puede funcionar como una válvula que descargue tus nervios pero moleste aún más a los demás.
11. Que se callen todos de repente y tú justo digas un comentario que no era para que escuchen todos.
Eres de los que si algo les incomoda, su herramienta para pasar el mal trago es hablar. Puedes estar horas y horas hablando y hablando, y parece que nunca se te acabaran los temas de conversación. Pero puede que llegue un punto en que no prestes tanta atención a lo que dices, y termines haciendo aún más incómodo el asunto.
12. Ir al baño y que justo entre otro después de ti, sin poder disimular el olor.
Eres de las personas que frente a algo incómodo, prefieren negarlo. Haces todo lo que puedes por mantenerte intacto frente a los demás, pero en el fondo la situación te afecta y tú lo sabes. ¿No será mejor guiarte un poco más por lo que sientes?
13. Tropezarte.
Eres una persona que frente a una situación incómoda, puedes llegar a perder el control. Te pones muy nervioso y quieres hacer todo lo posible para que termine rápido. Respira y serénate.
14. Levantarte de una silla y dejarla transpirada.
Eres de los que frente a una situación incómoda no pueden dejar de pensar qué dirán luego cuando te vayas. Te preocupa mucho lo que puedan opinar los demás; sobre todo, detrás de ti. Practica tu confianza y seguridad y verás cómo deja de importarte.
15. Mancharte la ropa si es que estás en esos días de tu ciclo (si eres mujer).
Eres una persona muy vergonzosa, incluso ante situaciones muy naturales. Intentas ocultar algunas cosas de tu personalidad por miedo al qué dirán. Pero debes aprender que si te abres, puedes encontrar que los demás tienen contigo más empatía de la que podrías imaginar, y la incomodidad podría quedar solo como una anécdota.