Hace pocos días, la NASA informó que haría un anuncio importante, y que tenía que ver con planetas externos al sistema solar.
Finalmente se hizo el anuncio: un equipo internacional de astrónomos ha descubierto un nuevo sistema solar con siete planetas del tamaño de la Tierra. Están a unos 40 años luz de distancia de la Tierra y giran en torno a una estrella fría. El hallazgo se hizo mediante un enorme y potente telescopio de la NASA. Pero lo más impresionante es que tienen las condiciones para albergar agua, y en consecuencia, vida.
Las estrellas frías y tenues como Tappist-1, la que se encuentra en el centro de este sistema solar, son conocidas como "enanas rojas". Ellas abundan en la Vía Láctea, y los científicos explican que, si existieran planetas similares a la Tierra que albergaran vida, probablemente girarían en torno a ellas. Por eso el nuevo descubrimiento puede acercarnos a descubrir vida fuera de la Tierra.
Para los investigadores de la NASA, este descubrimiento es muy importante, porque significa que el hallazgo de vida en el espacio exterior podría estar cerca: "La cuestión ahora no es si encontraremos un planeta como la Tierra, sino cuándo", han asegurado los responsables del decubrimiento.
El "sol" de este nuevo sistema solar descubierto es muy peculiar: tiene tan solo el 8% de las masa del sol y un tamaño no mucho mayor al de Júpiter. Se llama Trappist-1, y está en la constelación de acuario.
Los planetas que lo rodean tienen un tamaño similar a la Tierra, pero están mucho más cerca de su débil estrella. Eso hace que sus años sean mucho más cortos (en un de ellos, cada año dura 8 días terrestres), pero también es la razón que les permitiría albergar agua líquida, condición esencial para la vida.
Por las observaciones hechas hasta ahora, se cree que al menos algunos de ellos son rocosos (como la Tierra, Marte, Venus y Mercurio), aunque otros podrían ser gaseosos o menos densos.
¿No estamos solos en el universo?
“Es un sistema planetario alucinante, no solo porque haya tantos planetas sino porque su tamaño es sorprendentemente similar al de la Tierra”, dice Michaël Gillon, investigador de la Universidad de Lieja (Bélgica) y autor principal del estudio. "La pregunta de si estamos solos en el universo se resolverá en las próximas décadas", agregó Thomas Zurbuchen.
El investigador explicó que realmente podemos estar cerca de confirmar la existencia de vida en otros planetas, pero que eso no significa que existan seres similares a nosotros (podrían ser tan solo microorganismos) ni que vayamos a conocerlos (llegar al sistema solar Tappist, con la tecnología actual, llevaría 300.000 años, por la enorme distancia). Sin embargo, los científicos trabajan en observar desde la Tierra las posibles atmósferas y ríos congelados (o líquidos) de los planetas descubiertos, y en detectar compuestos orgánicos en ellos.
Este descubrimiento se suma a otros hallazgos recientes, como el de materia orgánica en el planeta enano ceres o el de organismos de 50 mil años de antigüedad que permanecen vivos en las cuevas de Naica, que podrían ser indicadores, también, de que los humanos no estamos solos.