Es muy común que un error nos mantenga en el borde del colapso. Esto es porque nuestra mente tiende a recordar mucho mejor las veces que fallamos que las veces que salimos adelante. Por eso a veces fasta un pequeño inconveniente en nuestra vida para que esos recuerdos lleguen como una bola de nieve que va creciendo sin control y nos pegue en todo nuestro ego.
Es en momentos así que es casi imposible amarnos, pero hay que tener en mente que el fracaso sirve como lección para después hacerlo mejor, para mejorar y evitar errores en el futuro. Es una forma de ampliar nuestra visión. Cada error nos abre un poco más el panorama y no importa si fallamos una, dos o mil veces, eso es lo que nos permitirá saborear el éxito de una mejor manera.
Perdónate por no saber qué hacer
Si quieres demostrarte que te amas, incluso en los peores momentos, date un poco de amor, respeto y autoestima. Entiende que está bien que no sepas qué hacer, todos los demás tampoco lo saben aunque aparenten que sí. Desde tu amigo que parece alguien muy exitoso hasta tu abuelo que ves como la persona que sabe todo acerca de la vida.
Deja de juzgarte
No hay nada malo en la autocrítica, es parte del camino al éxito, de otra forma, ¿cómo aprenderías de tus errores? Sin embargo, ten en mente que necesitas darle un respiro a marcar todos tus errores y que a veces debes recordar que esas cosas no son lo único que te definen.
Transforma los errores
Parte del camino al éxito es usar tus errores y convertirlos en historias de éxito. Un ejemplo son las llamadas Fucked up nights, en las que distintos emprendedores y creativos se reúnen en bares para hablar de cómo fracasaron mil veces antes de tener éxito. No son clases magistrales de negocios, se acerca más a un stand up en el que cuentan cómo el fracaso marcó el camino hacia el éxito.
Deja de sentir que eres una víctima
No dejes que los errores te consuman. Convierte tu vida y pasa de ser la víctima a ser victorioso, aunque sea sólo en tu mente. Si transformas la forma en que te ves, entenderás que los fracasos no deben paralizarte, sino que son un desvío de la tema. Dejarás de ver el presente como lo único que hay y tu mente siempre estará enfocada en eso que hay en el futuro.
Son pequeñas muestras de amor propio que te ayudarán a entender que la vida es más que los malos ratos. Estos siempre estarán, pero queda en nosotros si nos paralizamos ante ellos o si decidimos actuar y cambiar la situación para siempre
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