Tenemos que dejar de vivir una doble vida. Ponemos demasiada carga en nuestro trabajo y nos alejamos de lo personal, pero qué se puede hacer si así es como nos educaron. Nuestra meta en la vida, por lo menos la de la mayoría en la sociedad contemporánea es ser exitosos en el mundo profesional, cueste lo que cueste.
Por eso nuestra vida real, la que está afuera de las oficinas, los correos y las juntas, termina por deteriorarse y cuando queremos recuperarla es demasiado tarde. Tal vez nunca exista una receta secreta para tener todo en orden, pero sin duda hay formas de balancear ambos extremos.
Trabaja con eficacia
No dejes que te interrumpan y si lo hacen, dedica ese tiempo a hacer cosas de provecho. Estudios han demostrado que si te desconcentran, puedes tardar hasta 20 minutos en regresar a hacer lo que dejaste. Utiliza el tiempo de trabajo para hacer todas tus tareas posibles.
Aléjate de las redes sociales
Es algo obvio pero parece que nadie puede dejarlo. Muchos las ponen de excusas porque se necesitan durante el trabajo, pero las redes sociales son una gran perdida de tiempo, y el tiempo es algo que no te sobra. Por lo menos desactiva las notificaciones para que puedas trabajar en paz, pues aunque no las revises, el que aparezcan o se escuchen puede desconcentrarte.
Piensa en tu futuro tú
¿Trabajas todo lo que puedes para darte un mejor futuro? Pero, ¿con quién lo compartirás? Pensar en el éxito profesional no es difícil, pero debes lograr que si lo alcanzas, haya alguien que ames y valores a tu lado. No se trata sólo de tu pareja; padres, hermanos, amigos; esas son las cosas que valen la pena en la vida y que muchas veces perdemos por concentrarnos sólo en una meta.
Optimiza tu día
Si trabajas, trabaja, pero si estás con tu familia, dales el tiempo que se merecen y asegúrate de sacar el mayor provecho con ellos. Nada de esto importa si al final tienes tiempo con tu familia y lo usas sólo para sentarse a ver una película, o peor, para sentarse a cenar y que cada quien esté con los teléfonos en la mesa.
Platica con tu familia, reúnete con tus amigos, hagan alguna actividad. Todos estamos cansados pero la diversión no es exclusiva de los fines de semana.
Date tu lugar
Esto parece arriesgado, pero se trata de recordar que eres una persona. Tu trabajo no debe ser tu vida, no debes estar al pendiente de tus correos, notificaciones y llamadas 24/7. Muchos dicen que sólo así se llega al éxito, pero vivimos en una cultura hipócrita. Países como Francia tienen leyes que no permiten a los empleadores enviar correos y pedir más trabajo a sus empleados después de la hora de salida, pero como eso aquí no importa, la gente cree que los empleados son suyos de por vida.
Comenzar a balancear dos cosas tan importantes no es fácil, no cambia de la noche a la mañana, pero una vez que aprendes, te das cuenta que la vida no se debe dividir entre semana y el fin de semana, que todos los días son buenos para disfrutar.