Cada viajero que toma su mochila al hombro y decide salir a recorrer el mundo se abre ante la posibilidad de vivir una gran aventura. A su paso, se deslumbra con cada paisaje, conoce cada pueblo y cada cultura, y se lleva, de cada sitio que conoce, una nueva enseñanza. Pero también sabe que nada está previsto y que puede encontrarse una y otra vez frente a un nuevo desafío.
Esto era lo que pensaba Nicole Kramm cuando, en viaje hacia el sur de Chile, estaba en la ruta haciendo dedo y escuchó un sonido desde lo profundo de un pozo. Ella y su compañero de viaje se acercaron y encontraron a un pequeño gato intentando salir de allí. Estaba muy delgado y tenía sus ojos cubiertos de heridas. Frente a eso, y aunque podrían haber seguido su ruta, decidieron ayudarlo.
Lo quitaron de allí, lo limpiaron y lo cubrieron del sol. En ningún momento pensaron en dejarlo; el viaje ahora había dado un nuevo giro, y un pequeño aventurero, al que bautizaron "ze pequenho", se había sumado a la travesía.
Aun así, no fue fácil. Muchos interrogantes se abrieron ante los viajantes: ¿qué harían con un pequeño gato en la playa, o en una tienda de campaña, o en un cerro? Pero, de a poco, el camino fue abriendo soluciones para que el pequeño pudiera quedarse con ellos. Fueron llevándolo con ellos en la mochila esperando encontrarle un hogar adoptivo.
Así, a lo largo del viaje, se fue recuperando y acompañando a sus compañeros en el bosque, el camping y, ¡la playa!, haciéndose conocido como "El gato surfer".
Hoy, está recibiendo tratamiento para su sistema respiratorio y gracias a la difusión de la historia, más de 30 personas se han contactado para adoptarlo.
"Creo que haberlo arrimado a nuestro viaje a sido un enriquecimiento mutuo, muchas veces veía animales mientras viajaba y nunca me atrevi a mas de entregar un cariño o un pedazo de pan, porque es muy dificil decidir qué hacer", señala Nicole, quien espera que la historia de su pequeño amigo pueda servir para reflexionar y tomar conciencia sobre la importancia de cuidar a los animales; algo que se percibe aun más cuando vemos que ellos nos devuelven el cariño multiplicado.
"Recomiendo sumarse a esta aventura, recoger, sanar y dar en adopción, nunca olvidarán la experiencia", dice Nicole, feliz de haber sumado a este pequeño gato a su gran aventura.
Y tú, ¿qué tipo de viajero eres?
Si quieres ayudar a este gato con asistencia médica, medicamentos o alimento especial, puedes escribir a: [email protected]