Hace unos años, laperiodista Esther Honing pidió a expertos de Photoshop alrededor del mundo quela alteraran digitalmente de acuerdo a los estándares de belleza de su país.Obtuvo 27 respuestas y mientras algunas tienen cambios menores en los ojos o lanariz, otras la cambian completamente, le cubren la cara o la dejanirreconocible. Nadie dejó sin alteraciones a Esther, ni siquiera cuando alguiende propio su país la retocó.  

Mujer belleza

Eso demuestra que actualmente hay muchas ideas de lo que significa la belleza femenina y así como en el pasado, parece que está dictada por el hombre. Desde hace milenios el hombre, a cargo del saber, la estética y el arte, ha plasmado a la mujer de acuerdo a los filtros de su contexto histórico, social y sexual.  

Este recuento de belleza femenina es un viaje en el tiempo por la cultura occidental en su mayoría, sin dejar fuera momentos importantes fuera de ese contexto.  

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Los primeros ideales

nefertiti

Hace milenios una escultura como la de Nefertiti, una de las mujeres más bellas de todo Egipto, contrastaba por mucho con los ideales de Grecia, en el que la escultura intentaba ser realista, aunque modificada de acuerdo al ideal de la época.

Mientras Nefertiti muestra un cuello alargado casi irreal que se puso de moda en la segunda década del siglo XX, la escultura griega de Afrodita es el máximo ideal femenino y prototipo clásico de belleza en occidente que aunque sea cambiante, es la base de la idea de feminidad.  

La belleza clásica

belleza neoclásica

El renacimiento llegó cerca del siglo XV y la idea de belleza griega se retomó. Aunque cada región tenía una idea de su propia idea de belleza en el que el tamaño de lo senos aumentaba o disminuía, hay factores comunes, como el que todas las mujeres sean demasiado blancas, no tengan nada de vello en el cuerpo más que el cabello y las facciones de su cara sean delicadas. 

Esta es la ideología que perduró y llegó a las colonias de Inglaterra, España y más, por lo que la decepción y frustración llegó rápido, pues ni siquiera las mujeres europeas pueden cumplir con todas las expectativas impuestas, mujeres con piel morena o más oscura sentían que nunca podrían ser bellas. 

Siglo XX

Baywatch

Después de los años cincuenta los medios de comunicación dictaron los estándares de belleza, se apropiaron del gusto personal e impusieron a mujeres blancas y voluptuosas que si ya eran cosificadas, se convirtieron en un mero objeto sexual cuya belleza era considerada algo de otro mundo. 

Esta es la época en la que las cirugías estéticas, el incremento de busto y la liposucción se convirtió en una moda. Revistas como Playboy y películas de Hollywood se empeñaron en mostrar el papel de la "mujer perfecta". Siempre arreglada, con un cuerpo sensual y altamente sexual, siempre dispuesta y casi siempre callada. 

Presente y futuro

Winnie Harlow

Hace décadas habría sido imposible pensar que una mujer con vitiligo fuera una de las modelos más cotizadas del mundo, pero hoy Winnie Harlow, a pesar de seguir luchando día a día contra la discriminación y un estándar de belleza tan arraigado que parece imposible desaparecer, está triunfando en todos los continentes. 

El siglo XXI se ha caracterizado por las nuevas agencias de belleza que buscan mujeres reales que no se desvivan por ser "bellas", así como una apertura para apreciar la belleza de cada mujer sin importar su nacionalidad. Sin embargo, así como la investigación de Esther Honing demostró que cada país tiene su propia idea de belleza, aún queda mucho trabajo por hacer y muchos prejuicios que tirar. 

Modelo mexicana
Modelo ucraniana
Modelo estadounidense

Vivimos en un punto de quiebre. El feminismo lleva más de un siglo entre nosotros y poco a poco la mujer se hace cargo de su propio estándar de belleza, sin embargo cuando sucede algo distinto a lo que el estándar manda, como cuando una modelo apareció en una campaña de moda con las piernas sin depilar, queda demostrado que los viejos parámetros continúan siendo los que mandan.

Es cuestión de tiempo antes de que la voz de quienes quieren decidir sobre su propio cuerpo sea la que importe y por eso no debemos olvidar el pasado.