Puede que alguna vez te haya pasado que viajaste a algún sitio y la habitación de tu cuarto no se veía muy segura para pasar la noche tranquilo, o simplemente que la cerradura de tu puerta de entrada no cerraba bien y no tenías cerrojo para asegurarla.
Para estos casos de emergencia puedes aprender a hacer un truco para el que solo necesitarás algo tan habitual como un tenedor. ¡Entérate cómo!
- Tenedor
- Martillo
- Sierra para metal (en lo posible)
- Pinzas
Procedimiento
1. Coloca el tenedor en el hueco del pestillo, en el marco de la puerta. Haz una marca en él para medir su profundidad.
2. Ahora, con un martillo (¡y mucho cuidado!) deberás golpear el tenedor sobre una superficie apta para esto, justo en la zona que marcaste. Luego, con una pinza deberás doblarlo, de manera que forme un ángulo de 90º, tal como puedes ver en la fotografía a continuación.
3. Con una sierra, separa el mango de la cabeza del tenedor. Si no tienes sierra, puedes intentar romper el tenedor doblándolo repetidas veces.
4. Prueba pasar el mango entre los dientes del tenedor. Puede que no pase fácilmente y tengas que pulirlo un poco.
5. Ahora deberás montar tu cerrojo provisional. Para eso, coloca la parte de los dientes en el marco de la puerta y ciérrala. Luego, coloca el margo entre los dientes.
¡Y listo! Tu puerta estará asegurada.
En el siguiente video podrás volver con detalle sobre cada caso para hacer tu propio seguro casero para tu puerta:
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