Con sus colores y la posibilidad de flotar en el aire, los globos son una de las cosas que más sorprende y deslumbra a los más chicos. No por casualidad continúan siendo, con el paso de los años, un elemento casi indiscutible en la decoración de muchos cumpleaños, sin importar la edad.
Además, cuando son llenados de helio, los globos cobran la capacidad de volar; siendo un desafío para los más chicos evitar soltarlos al aire libre. Algunas personas, en fiestas o en su propio hogar, utilizan esto para lograr una decoración colorida y juvenil.
Pero hacerlo no resulta para nada una opción sencilla de conseguir ni tampoco muy económica. En esta nota aprenderás una técnica muy sencilla para lograr que tus globos también floten, pero sin gastar mucho dinero.
Además, podrás hacerlo con los más chicos y disfrutar, entre todos, de un momento de experimentación, ¡y diversión!
- Vinagre (medio vaso)
- Bicarbonato de sodio (4 cucharaditas)
- Una botella de plástico
- Embudo
- Globos
- Gafas de seguridad (por las dudas de que el globo explote)
Antes de comenzar, colócate tus gafas de seguridad.
1. Coloca el vinagre dentro de la botella.
2. Utiliza el embudo para colocar el bicarbonato dentro del globo sin inflar.
3. Coloca la boca del globo en el pico de la botella, procurando que el bicarbonato aun no entre en ella.
4. Cuando esté bien colocado, toma el globo y deja que, de a poco, el bicarbonato caiga sobre el vinagre.
¡Verás cómo el globo comienza a inflarse!
5. Quítalo cuando haya tomado el tamaño que más te guste y amárralo en la punta como cualquier otro.
Al unirse el bicarbonato (base) y el vinagre (ácido) se genera una reacción química que produce una efervescencia. Ésta emite un gas (dióxido de carbono) y eso hará que el globo se infle y pueda elevarse, como lo haría si tuviera helio en su interior.
Cuando dejen de producirse burbujas por la efervescencia, la reacción química termina y el globo dejará de inflarse.