Lasegunda ciudad más grande de Sudáfrica está al borde de la sequía total.
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Ciudaddel Cabo es la segunda ciudad más poblada de Sudáfrica después de Johannesburgo(la capital de ese país), y para su último censo, que fue en el año 2011, tenía una población de 433.688habitantes.
Estaciudad africana está a punto ser laprimera gran ciudad del mundo en quedarse sin agua. Solo tres meses de plazo tiene esta ciudad para revertir la situación,según los últimos estimados hechos públicos por la alcaldesa Patricia de Lilleesta semana en un comunicado en el que dio detalle sobre los niveles de lasrepresas y los proyectos para paliar esta situación.
¿Cómo llegó a ese punto?
Estasituación ha sido causada a raíz de tresaños de precipitaciones bajísimas, sumadas al incremento de consumo de unapoblación creciente.
Deacuerdo a Kevin Winter, profesor de la facultad de Ciencias Ambientales y Geográficas de Universidad de Ciudad del Cabo, las razones están detrás delcrecimiento demográfico: desde 1995, lapoblación creció un 79%, desde 2.4 millones a 4.3 millones en el 2018.
Enel mismo período, la capacidad de lasrepresas se incrementó solo un 15%. La represa del río Berg, que empezó aalmacenar agua en el 2007 fue la única adición de infraestructura de este tipodesde 1995.
Lecciones para revertir la situación
Parael Dr. Winter, hasta la fecha, hay tres importantes lecciones:
- Los consumidores de agua son capaces de ahorrar agua. A lo largo de los últimos doce meses, los consumidores han conseguido reducir su consumo en un 30%, tal y como lo obliga el nivel 3 de restricciones en agua – han pasado de consumir 1.1000 millones de litros de agua al día a 750 millones de litros de agua.
- El desafío de la escasez de agua incita a considerar conjuntamente otras cuestiones como la incertidumbre climática, el incremento de la población, la mayor urbanización y demanda en agua. El gobierno deberá reaccionar mucho más rápido con la implementación de restricciones, y tener la capacidad de mantenerlas, para asegurar que las principales presas dispongan por lo menos del 80% de su capacidad a finales de octubre de cada año.
- La crisis actual es también una oportunidad para dinamizar iniciativas que harán de Ciudad del Cabo una ciudad más sensible al tema del agua y más preparada frente al cambio climático. La moraleja es que tenemos que ser más rápidos y más inteligentes para adaptarnos a la escasez de agua.
De quedarse completamente sin agua, esta será la primer gran ciudad que avise a todas las demás de lo que puede ocurrir próximamente, en caso de que no se tome consciencia a nivel global.