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El aspecto físico de la actriz estadounidense sigue siendo motivo de debate entre los ejecutivos de las productoras cinematográficas. Recientemente Bryce Dallas Howard ha revelado en una entrevista con el medio británico Metro, que le recomendaron perder peso antes de volver a encarnar a la exjefa de operaciones del parque de dinosaurios Jurassic World, Claire Dearing, en la película Jurassic World: Dominion.
“Cómo digo esto, cómo digo esto, cómo digo esto...”, dijo bromeando la actriz ante la cámara, porque ya lo ha dicho en incontables ocasiones. Bryce señaló que ciertos ejecutivos, a los que no identifica por sus nombres, discutieron sobre su peso y le pidieron perder peso antes de empezar a rodar la película que cierra la saga jurásica.
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“Me pidieron que no usara mi verdadero cuerpo en pantalla”
En varias ocasiones, la intérprete contó que fue el director de esta y la primera Jurassic World, Colin Trevorrow, quien salió en su defensa y le mostró su apoyo en público: “En esta tercera película hay mucha más presencia femenina en el reparto, y eso fue algo que hizo que Colin [Trevorrow] se sintiera suficientemente seguro como para protegerme... porque la conversación ‘Tenemos que pedirle a Bryce que adelgace’ volvió a surgir”.
El director de los films no dio margen para la negociación sobre la pérdida de peso de su actriz protagonista: “Hay muchos tipos de mujeres en este mundo y hay muchos tipos de mujeres en esta película”, dijo Bryce Dallas Howard que habría argumentado el director ante esta situación. También destacó que hubiese sido imposible para ella realizar escenas de acción si hubiese estado a dieta: “Estoy muy orgullosa de todas las escenas de acción que tuve que hacer, y que pude hacer con mi propio cuerpo. Espero que esto sea una pequeña muestra de lo que es posible”.
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Una de sus más sutiles formas de protesta contra los estereotipos sociales en relación al aspecto físico y el peso de las personas en la industria cinematográfica y en la sociedad en general, se da sobre la alfombra roja en los premios más importantes que concede dicha industria: desde 2016, la actriz apuesta por comprar sus propios vestidos, a veces en tiendas online y por menos de 300 dólares.
Su decisión se debe a las dificultades para encontrar a diseñadores dispuestos a vestir a celebridades que se salgan del canon y las tallas habituales: “Aludí a esto en los Globos de Oro”, declaró durante los Critics’ Choice Awards, “pero es que cuando no eres una talla de muestra, o cuando no tienes una relación directa con un diseñador, o si no tienes mucho tiempo por delante, los vestidos de mi talla no están disponibles. Así que suelo comprarlos por mi cuenta”.
Foto: Steve Granitz.
De esta manera manda un mensaje contundente a la industria del cine y de la moda: que no todas las celebridades usan tallas pequeñas. Y, de forma más explícita, niega a los grandes diseñadores la posibilidad de vestir a una de las últimas grandes estrellas femeninas del blockbuster y prometedora directora tras ponerse detrás de las cámaras de la serie The Mandalorian, ambientada en el universo Star Wars.
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