La zona de confort es, según Inknowation, “aquella zona en donde nos encontramos seguros, en la que no se nos escapa nada y somos capaces de controlar todo”. Si bien esa seguridad suele darnos calma, en este artículo te ayudaremos a descubrir porque es necesario atravesar esas fronteras y correr hacia nuestros sueños.
Desde niños nos han enseñado a tener los pies bien firmes sobre la tierra. Cada vez más, nos reducen aquellos ratos destinados a lo lúdico y a lo onírico. Nos han insistido durante muchos años que para lograr lo que nos proponemos es necesario que trabajemos duro y nos mantengamos bien despiertos. A medida que vamos siendo adultos los sueños van quedando de lado y son remplazados por lo que solemos llamar “rutina” en la cual nos acomodamos y pasamos nuestros días.
Esta rutina, es nuestra zona de confort y nos solemos relacionar con ella en una especie de vaivén de amor y odio. Según Inknowation esta zona es “aquella zona metafórica en la que estás cuando te mueves en un entorno que dominas. En ella las cosas te resultan conocidas y cómodas, sean agradables o no”. Es decir que, estar atascados todas las mañanas en el tránsito o tener un trabajo que no nos gusta, son parte de esa zona de confort, ya que es un lugar en donde estamos cómodos y del cual no nos atrevemos a salir, por más que no seamos felices dentro. Dentro de esta zona, se encontrarán nuestros hábitos cotidianos, nuestros conocimientos y comportamientos.
Alrededor de esta zona de confort, encontramos la zona de aprendizaje. Es aquella en la que habitamos cuando salimos de la zona de confort y queremos ampliar nuestra visión del mundo. Esto lo hacemos cuando nos disponemos a aprender nuevos idiomas, a enriquecer nuestro punto de vista o conocer nuevas culturas. Se nos presenta cuando viajamos a países que no conocemos por ejemplo. Allí dejamos de lado por algún tiempo nuestros prejuicios y nos abrimos a conocer ese lugar que habitamos por primera vez, nos disponemos a aprender y a observar. Probablemente nos pueda ocurrir que en aquel lugar nos conectemos con algunos de nuestros sueños más utópicos y olvidados. A quien no le ocurrió, tal vez, que, al viajar, se reencuentra con un viejo sueño de querer abandonar la rutina de la ciudad para montar un bar en la playa.
Por fuera de la zona de aprendizaje está la zona mágica. Esta zona muchas veces se nos presenta como lejana y desconocida. Esto es porque quizás, desde niños, nos han inculcado que es allí donde pueden pasarnos cosas horribles. Por eso, siempre hemos tenido en nuestra mente esa zona como un rincón peligroso e inaccesible. Sin embargo, es tu tarea convertirla en una zona mágica, en donde las cosas más maravillosas pueden pasarte. Es aquí donde viven los retos, es aquí donde seremos nosotros mismos pero engordados de experiencia y sabiduría, es aquí donde podremos cumplir nuestros sueños.
Te presentamos algunos consejos para transitar esa zona
Anímate ampliar tu zona de aprendizaje en actos pequeños
Viajar, es una gran forma de navegar por esta zona. Sin embargo, no es necesario pagar costosos pasajes a lugares inhóspitos para “irse de viaje” a la zona de aprendizaje. Es posible escaparle a nuestra zona de confort de forma cotidiana: Cambiando el camino de la casa al trabajo; empezando cursos para aprender algo que nos interese o visitando algún rincón de la ciudad que aún no conocemos.
Reconoce tus miedos y enfréntalos: Los miedos nos detienen de querer entrar en la zona mágica y suelen estar radicados en el miedo a fracasar, el miedo al ridículo y el miedo al qué dirán. Es importante que reconozcas los tuyos y de a poco los enfrentes.
Confía en ti mismo: Eres tú el protagonista de tu vida, toma tus propias decisiones porque si no otro lo hará por ti. Gestiona correctamente tus miedos para que crezca tu autoestima. De esta manera, tendrás una visión del mundo llena de oportunidades y así podrás elegir mejor tu objetivo y tener en claro cuál es tu sueño.
Ten en claro los móviles de tu sueño: Siempre ten presente que hay más allá de tu sueño y para que quieres alcanzarlo.
No desesperes si tienes miedo: Al entrar en esta nueva zona, estarás en un lugar desconocido. Es normal sentirte incompetente. Pero no desesperes, vuelve a tu zona de confort y veras que tienes un montón de recursos personales que por prisa olvidaste usar, recuperalos y aplícalos en este camino.
Se perseverante y positivo: Cumplir los sueños no es cosa fácil. Prepárate que cuando menos lo esperes tu sueño se estará haciendo realidad.