Lola es una mujer de 57 años que vive en Sevilla, España. El verano pasado sufrió un ictus o ataque cerebrovascular (ACV) que, además de causar dificultades motoras, la dejó completamente incapaz de comunicarse tanto de forma oral como escrita.Un ACV es el equivalente a un infarto del corazón, pero en el cerebro. Ocurren de forma inesperada y en muchas ocasiones dejan secuelas permanentes.

En el caso de Lola, una de las consecuencias es la afasia global, es decir, la incapacidad para formar o comprender lenguaje oral o escrito. Según su hijo Antonio, de 21 años, ella entiende lo que pasa a su alrededor, pero no puede comprender lo que otros dicen ni puede expresar lo que quiere decir. "Para ella, es como si todo el mundo hablara de repente en japonés" dijo Antonio.

Es por eso que todos quedaron sorprendidos cuando Lola respondió con un emoji a un mensaje de WhatsApp de su hijo. Parece poca cosa, pero representa un logro muy importante para su recuperación. Antonio se sintió tan orgulloso de su avance que compartió la captura de la conversación en un tuit que ha sido compartido casi 7.000 veces y ha recibido más de 25.000 “Me Gusta”.

La rehabilitación de Lola ha sido un trabajo arduo que requiere del apoyo constante de su familia. Las vidas de Antonio y sus hermanas se han transforma para dedicarle la mayor cantidad de tiempo posible a su madre. Poco después de que Lola sufriera el ACV y se manifestaran los síntomas de afasia, ellos acudieron a Arpa, una ONG. Primero pasó 3 meses en una cama de hospital y poco a poco empezó a retomar el movimiento, al principio en silla de rueda y ahora con la ayuda de un bastón.


El objetivo de Antonio es crear más conciencia sobre la afasia, pues se estima que solo en España hay 350.000 personas que la padecen. Aun así, se muestra optimista de cara al futuro y confiesa que el apoyo en las redes ha sido muy importante. "El cariño de tanta gente que ha recibido mi madre a partir de este tuit ha sido una enorme inyección de energía para ella. La afasia recluye una vida que antes era muy activa". Todos apoyamos a Lola y sus hijos en su lucha por superar esta condición.