En el último tiempo se ha hecho popular el término de anendofasia. Y es que mucho se habla sobre la voz interior y los pensamientos que nunca frenan, que a veces hacen colapsar a las personas, pero otras tantas ayudan a la creatividad.
Pese a que la gran mayoría cree que la voz interior y los pensamientos son moneda corriente en todas las personas en algún momento de su día, la anendofasia es un hecho. Pero, ¿qué quiere decir? ¿A qué hace referencia este término?
En primera instancia es lógico pensar que, producto de las obligaciones y el estrés, la mayoría de los sujetos no pueden frenar sus pensamientos e imaginar diversas situaciones derivadas de esas mismas preocupaciones.
Incluso, querer saber cómo calmar la ansiedad se ha vuelto una de las cuestiones más frecuentes entre los personas. Las rutinas cargadas de actividades, largas jornadas laborales combinadas con estudios académicos, el mal descanso por el uso frecuente de pantallas y la mala alimentación, son algunas de las cuestiones que han aumentado los niveles de estrés, del que mucho se habla en la actualidad.
Esta sensación es provocada por situaciones que generan miedos y angustias, por lo que se dice que estrés y ansiedad están estrechamente vinculados. Y es que en el último tiempo las personas se ven todo el tiempo expuestas a este tipo de cuestiones.
En la actualidad los días parecen tener más de 24 horas, no sólo para los adultos, sino también para los niños, que se ven influidos por las rutinas de los más grandes. La falta de dinero y los malos salarios en muchas ocasiones llevan a las personas a cargarse de actividades laborales, más de las que pueden cumplir. Lo que les genera estrés y pensamientos constantes.
Además de esta situación, muchas personas cuentan con memoria visual, o bien con creatividad e imaginación y no sólo escuchan su voz interna, sino que también pueden recrear imágenes en su mente.
Sin embargo, pese a lo que la mayoría puede pensar, de que todas las personas en algún momento del día tienen esta voz interna o imágenes mentales, algunos carecen de esto.
En este contexto es que surgen la duda de qué es la anendofasia y la afantasia. Por eso, en este artículo queremos contarte todo sobre estos conceptos, qué implican, quienes cuentan con ellos y por qué.
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¿Qué es la anendofasia? ¿Y la afantasia?
Para poder responder a la pregunta de qué es la anendofasia es necesario poner un poco en contexto.
Si bien de la voz interior se habla desde que la humanidad existe y de hecho se considera universal, se trata de uno de los fenómenos cognitivos que son difíciles de estudiar y documentar.
El primer científico en hablar de esto fue el psicólogo ruso Lev Vygotsky quien sostuvo que los pensamientos internos eran tan misteriosos como la cara oculta de la luna y se interesó este tema a principios del siglo XX.
Según él, durante la infancia el objetivo principal del habla es la comunicación, esencialmente con los padres. El niño utiliza este recurso para satisfacer sus necesidades básicas. Con el tiempo, los niños desarrollan lo que bautizó como 'habla egocéntrica', en la que verbalizan sus pensamientos en voz alta. Al final de la niñez, este habla egocéntrica se internaliza y se transforma en lo que se conoce como 'habla privada'; popularmente voz interior.
Pese a que los pensamientos internos no son algo nuevo y que a lo largo de la historia algunos intentaron explicarlo, lo cierto es que recientemente un equipo de investigadores le puso nombre al fenómeno por el que algunas personas carecen de diálogo interno y concluyen, tras una serie de pruebas, que pueden pensar con la misma eficacia que las demás, pero con estrategias alternativas. La palabra propiamente dicha hace referencia a la carencia de esta voz interna: an (carencia) endo (interno) fascia (habla).
En este caso, el investigador de la Universidad de Wisconsin-Madison (Estados Unidos), Gary Lupyan, y su equipo diseñaron una serie de experimentos que fueron publicados en las últimas semanas, sobre sujetos que sostienen no tener voz interna. En este caso, el foco de estudio cambió: no se interesaron por esa voz, sino por quienes dicen no tenerla.
Para abordar esto, los investigadores realizaron una serie de estrategias a través de cuestionarios online. Una de las pruebas, por ejemplo, consistía en ponerles dos imágenes y pedirles que indicaran si los nombres de los objetos representados rimaban, lo que los forzaba a pensar en cómo suenan las palabras. En otra, les ponían series de palabras o números que luego debían decir al revés, para que tuvieran que repasar mentalmente las palabras.
El resultado fue que los sujetos que decían no tener voz interna –lo que bautizaron como “anendofasia”, por la ausencia de “endofasia” o monólogo interior– tardaban un poco más que el resto en finalizar las pruebas, pero su tasa de éxito era solo un poco peor que la de los demás.
En este sentido, Lupyan sostuvo: “Esto lo que nos dice es que hay muchas estrategias para completar ciertas tareas”. Y agregó: “Pensamos que recordar requiere recrear los sonidos en tu cabeza, por ejemplo, pero hay otras formas de hacerlo. Y nos da también una imagen de la variabilidad que hay a la hora de pensar y de la flexibilidad de la cognición humana”. Dicho en otras palabras, para pensar conceptos verbales no hace falta recurrir a esa famosa vocecita interior.
Por otro lado, los investigadores encontraron una correlación entre la falta de voz interna y la falta de capacidad de generar imágenes, lo que se conoce como afantasía. En este sentido, la creencia popular de que uno es un pensador verbal o visual, es lo contrario: lo verbal y lo visual están vinculados.
Cómo frenar los pensamientos y liberar la mente
Terapia. A partir de diversas terapias, según cada uno se sienta cómodo, la persona puede trabajar las situaciones o cosas que causan ansiedad y se intenta revertir esta situación para que puedan enfrentar esos miedos.
Hacer ejercicio. Está comprobado que realizar actividades físicas mejora el sueño y reduce el estrés, además de ayudar a despejar la mente y dejar de pensar por un rato.
No procrastinar. Sobrecargarse de actividades y no saber poner objetivos y prioridades genera que el sujeto procrastine y deje las cosas para hacer otro día. Tener en mente la lista de pendientes y organizarlos según la prioridad que tengan reducirá la voz interior. Ponte plazos que puedas cumplir.
Decir que no. Una de las causas que hace que los seres humanos sobre piensen las cosas es que se carguen de actividades que muchas veces no tienen ganas de hacer y acuden sólo por compromiso o por no saber decir que no. Asumir muchas responsabilidades puede generar agobio.
Pasar tiempo con tu mascota. Si eres de los amantes de los animales, ya sabes que el amor de los peludos puede ayudar a reducir la ansiedad e incluso mejorar tu estado de ánimo y sentirte amado, sin que te juzguen. Estos vínculos te ayudarán a liberar oxitocina, lo que promueve un estado de ánimo positivo.
Uso de fragancias. Está comprobado que ciertas fragancias reducen el estrés y generan una sensación de relajación. Es por eso, que en los momentos que te sientas agobiado puedes encender una vela, sahumerio u hornito aromático, por ejemplo. Algunos aromas que puedes utilizar son lavanda, sándalo, bergamota, incienso, rosas, geranio, entre otras.
Si a esto le sumas música relajante, meditación y ser consciente de tu respiración generarán un combo muy completo para tu cuerpo y mente, que te ayudará a controlar la mente y liberarla de pensamientos.
Ahora ya conoces qué es la anendofasia y la afantasía. Tú, ¿consideras que tienes tu voz interna?
Fuente: El Español y El Diario Ar.