Has conocido a una persona que te encanta. Tiene todas las características que siempre soñaste encontrar en alguien.
Pero hay algo raro: siempre que se encuentran, está con la nariz metida dentro de un libro. Siempre tiene un libro encima, lee en el metro, en la playa, o en cualquier intersticio de tiempo vacío.
Esa persona te gusta mucho, pero nunca habías estado al lado tan apasionado de los libros. ¿Qué hacer ahora?
Estas son 9 cosas que deberías saber, y que si ya llevas tiempo junto a alguien así, te harán sentir identificado.
1. Siempre será así
Olvida la exclusividad: siempre habrá un libro entre ustedes dos.En la cama, en las salidas, en todo momento.
No es tan malo cuando te acostumbras a ellos. Si lo piensas, es mejor eso que compartir a esa persona con el móvil o con el guardarropas.
2. No podrás ocultarle nada
Una persona que ama los libros, ha leído a Agatha Christie y amaa Sherlock Holmes. Se ha devanado los sesos tratando de adelantarse a los misterios más oscuros y, en algunos casos, ha logrado dar con la respuesta antes que nadie.
Así que no pretendas ocultarle nada. Indagará hasta dar con la respuesta correcta.
3. Siempre tendrá curiosidad
Alguien que ama los libros, siempre quiere saberlo todo. No sólo querrá saber qué es lo que pasó en cierto momento. Querrá entender cómo se sentían las personas que allí estaban, a qué olía el lugar, cuánta gente había, qué fue lo más memorable de todo, cómo estaban todos vestidos.
Nunca alcanzará a saciar su curiosidad. Tenlo presente: una persona que lee puede ser muy preguntona.
4. Puede desear la soledad a veces
Alguien que ama los libros, necesita su espacio para poder leerlos. Ama estar a solas con su libro preferido (y quizá, una taza de té).
Cuando esa persona que te gusta esté enfrascada en la lectura, no la interrumpas. Te adorará por respetar sus espacios, y no la perderás nunca. A cambio, estarás acompañado de alguien que siempre respetará los tuyos.
5. Te dará los mejores consejos
Ese lector que tanto te gusta será tu principal fuente de consejos. Siempre tendrá la palabra justa en el momento adecuado, y rara vez se equivocará juzgando una situación.
Ten en cuenta sus palabras, pues no te arrepentirás.
6. Se tomará las cosas en serio
Para el lector, los personajes de sus libros son tan reales como la realidad misma (y a veces más). Por eso, sabe tomarse las cosas en serio.
Todas las historias, las verdaderas y las ficticias, son importantes para quienes leen. No se tomarán nada a la ligera y escucharán con atención todo lo que se les diga.
7. Olvídalo, no ganarás una discusión
Si empiezas a salir con alguien que lee, te darás cuenta que ganar una discusión es más difícil de lo que pensabas. Es que las personas que leen conocen los trucos del lenguaje: el doble sentido, la ironía, la argumentación.
Además, alguien que lee nunca se cansará de debatir (siempre y cuando la conversación le resulte interesante). Siempre tendrá otro argumento bajo el brazo, y no tendrá problemas de utilizar las palabras en distintos sentidos una y otra vez.
Olvídalo, si quieres ganarle a algo jueguen a las cartas.
8. Siempre sabrás qué regalarle
¡Es tan fácil hacer feliz a alguien que ama los libros! Sólo debes hacer una cosa: prestarles atención.
Cuando te diga “me encantaría leer tal autor”, anótalo mentalmente (o mejor en una agenda). Para su cumpleaños, llévale un libro del autor que quería. ¡Pan comido!
Eso sí, si no conoces bien sus gustos literarios y no has hecho la tarea de anotar sus autores favoritos, por favor, regálale otra cosa. Te evitas así caer en el error de regalarle un Paulo Cohelo.
9. Son contagiosos
Debes saberlo desde ahora: si la relación con la persona que lee continúa, tarde o temprano terminarás contagiado de su amor por los libros.
No podrás evitarlo. Ver su emoción al leer, las ganas con las que huele un libro nuevo, y cómo se le llenan los ojos de lágrimas a cada rato te hará sentir curiosidad.
Déjate llevar por esa pasión contagiosa. Será el mejor regalo que una persona que lee puede hacerte.