7 formas de calmar a un bebé

Escuchar llorar incansablemente a un bebé puede ser desesperante. Y para los padres, además muy angustiante. En las crisis de llanto, los adultos pueden probar todas las opciones posibles para calmar a un bebé. Actualmente, internet es una fuente infinita de posibles soluciones, algunas más populares y aceptadas que otras. Lo cierto es que no hay una receta mágica que funcione a la perfección sino que dependerá del momento y situación particular que esté atravesando cada bebé.

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A continuación te damos algunos consejos que puedes poner en práctica para calmar a un bebé ante una crisis de llanto.

Consejos para calmar a un bebé

Sonido constante: puede ser un suave canto al oído, o un sonido ambiente como el ruido del mar y el canto de los pájaros. Cualquier sonido constante puede llegar a calmar a un bebé ya que les recuerda el corazón de la madre que oían cuando estaban en su vientre.
Descubrirse en el espejo es algo que puede fascinar a un bebé y distraerlo durante un buen rato. Si ya no sabes qué hacer para calmar a tu niño prueba poniéndolo frente a su propio reflejo para que se descubra y entretenga.
Un baño relajante: el agua tibia puede ser un gran aliado para calmar a un bebé. Asegúrate de que la temperatura sea la justa para que el bebé se sienta a gusto.

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Contacto físico: estar en el regazo humano a veces es la única técnica para calmar a un bebé. Aunque muchos creen que en algunos casos es mejor dejarlo llorar, si quieres tranquilizar a un bebé prueba primero teniéndolo pegado a ti para que se sienta seguro y protegido.
Paseo en brazos: frente al cansancio que implica una crisis de llanto es probable que el bebé no resista el sueño cuando lo pasees en tus brazos. Esta técnica puede llevar más tiempo pero es de las más utilizadas.

Mantener la calma: no podrás tranquilizar al niño si tú estás alterado. Cuando lo estés meciendo o intentando dormir le transmitirás tus nervios y preocupación. Aunque parezca todo un desafío, debes intentar no desesperarte para que el bebé perciba tu paz.
Observa a tu bebé con atención y en detalle para detectar cualquier señal que pueda indicarte qué le puede estar produciendo un malestar. A veces es hambre, cólicos o sueño. Otras, puede ser que esté resfriado, que le moleste el pañal oque haya otra cosa que lo incomode.