La historia no esun texto único que va de punta A a B. Se trata de toda una disciplina queintenta reconstruir el pasado de manera objetiva, para entender quiénes somos,cómo llegamos aquí y a dónde vamos. Es por eso que puede cuestionarlo todo, incluso los textos sagrados, que no están construidos con esa lógica, sino con una más metafórica y testimonial.
En las últimas décadas, con la democratización dela educación, ahora que por fin el analfabetismo no es la regla general, y conla llegada de Internet y el acceso a la información, es posible entender muchomejor nuestro pasado. En este contexto, la figura deJesús es una de las más polémicas, pues desde el inicio fue cuestionada ydebido al auge de la Iglesia, se convirtió en una norma imposible de refutar.Sin embargo todo cambió desde la Ilustración y hoy muchos científicos,historiadores, académicos, antropólogos e incluso religiosos, han intentadodescubrir la verdad objetiva de tal vez la figura más importante de lahistoria.
Su veracidad
A pesar de que hay razones para cuestionar la existencia de Jesús, como el contexto social que pudo elevar el mito o la cronología poco confiable pues se trata de eventos que sucedieron hace dos mil años, la mayoría de los expertos están de acuerdo en que sí existió el hombre Jesucristo, nacido entre el 2 y el 7 a.C. en Galilea. Incluso están seguros que su padre (al menos de crianza) sí fue José y que al ser carpintero, Jesús siguió sus pasos en esa profesión.
Todo empezó en su bautismo
Cualquiera que conoce la historia de Jesús sabe que su bautismo ante Juan el bautista es un momento cumbre en el que el Espíritu Santo se apareció. Mientras eso no es algo comprobable, sí es un hecho que el bautismo sucedió y se cree que ahí es dónde Jesús tuvo alguna visión o revelación que lo llevó a predicar por el mundo. Aunque la Biblia muestra a Jesús como un niño extraordinario que conversó con los sabios de Galilea, parece que este es el momento en que la figura que hoy conocemos comenzó a formarse.
Su verdadera apariencia
La apariencia de Jesús es realmente importante. Al afirmar que somos hechos a imagen y semejanza de Dios y Jesús es Dios en persona, la figura blanca, rubia y de ojos azules que hoy existe en miles de millones de hogares alrededor del mundo sí es una forma de imposición que existe desde hace siglos. Objetivamente es imposible que Jesús tuviera esos rasgos.
Joan Taylor, profesora del King’s College en Londres y experta en los orígenes del cristianismo, realizó una exhaustiva investigación y sus resultados arrojaron que posiblemente Jesús tenía una estatura promedio de 1.70 metros con cabello corto y piel morena al igual que sus ojos. Esto es bastante cercano al rostro generado por computadora que hizo Richard Neave para el documental “Hijo de Dios”. Cabe aclarar que este modelo no es una representación de Jesús, sino de un hombre promedio del lugar en el que él vivió.
Su mensaje
Hay escritos que hablan de milagros y magia, pero sin duda lo que sí se puede afirmar es que Jesús buscaba reformar el judaísmo. Su teoría de que la Tierra podía ser “El reino de Dios” está basada en la tradición judía. Él nunca conspiró para crear una nueva religión.
Algo bastante controversial es el texto de Flavio Josefo, uno de los historiadores que más datos certeros ha dado sobre Jesús. En él, Josefo llama a Jesús “mesías”, sin embargo creen que esa palabra pudo ser inscrita mucho tiempo después. Lo que sí es cierto es que desde el momento en que vivió, fue considerado un gran maestro.
Es importante continuar siguiendo las investigaciones, pues no podemos negar que la figura de Jesús continúa moldeando al mundo, creando paz, guerra, acuerdos y desacuerdos. Incluso hace poco el gobierno de Estados Unidos justificó separar a niños de sus padres en la frontera usando la Biblia de excusa. Eso sólo es un ejemplo de la importancia de la historia en la vida diaria.