Entre los grandes descubrimientos de la humanidad, hay pocos que realmente cambiaron nuestra percepción de la realidad por siempre. Se dice que unos de los principales fue Galileo y su teoría de que la Tierra no era plana (aunque ahora se sabe que la teoría es mucho más antigua), Einstein y su teoría de la relatividad que nos demostró que toda nuestra realidad puede ser distinta a lo que vemos y sentimos y finalmente Freud y su teoría del inconsciente que demuestra que no somos tan lógicos y racionales como lo creíamos.
Con poco más de 100 años, las ideas de Freud han revolucionado, no sólo el campo de la psiquiatría y psicología, sino la forma en que entendemos la mente humana. Más allá de lo que mucha gente cree, el peso de Freud no sólo radica en interpretar sueños. Tampoco es simplemente un hombre con muchos problemas con su madre.
Sigmund Freud no dejó leyes incuestionables, más bien descubrió un amplio océano que no sabíamos que existía y demostró que es mucho más complejo de lo que una sola persona puede descifrar. Sus frases demuestran su genio. A veces graciosas, otras muy reflexivas y sobre todo, necesarias para analizar nuestra forma de sentir.
"Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla".
"Cualquiera que despierto se comportase como lo hiciera en sueños sería tomado por loco".
"Cada uno de nosotros tiene a todos como mortales menos a sí mismo".
"El contraste entre la mente sana del niño y la debilidad emocional del adulto proviene en gran parte de la educación religiosa".
"La escala de tu personalidad se determina por el tamaño del problema que es capaz de sacarte de tus casilla".
"El Dios de cada persona resulta psicológicamente el padre transfigurado, es decir, nuestra experiencia vital con el padre la sublimamos y la proyectamos en la divinización paterna".
"Con solo temer a la mediocridad, ya se está a salvo".
"El primer humano que insultó a su enemigo en vez de tirarle una piedra fue el fundador de la civilización".
"Desde que inicié el estudio del inconsciente, me encontré a mí mismo muy interesante".
"El que ama, se hace humilde. Aquellos que aman, por decirlo de alguna manera, renuncian a una parte de su narcisismo".
"El objetivo de hacer feliz al ser humano no estaba en los planes de la creación del mundo".
"Antes de que te diagnostiques con depresión o baja autoestima, primero asegúrate de no estar rodeado de idiotas".
"Es un buen ejercicio ser del todo sincero consigo mismo".
"La única desviación sexual es una completa ausencia del sexo, lo demás es cuestión de gusto".
"En todo ser humano hay deseos que no querría comunicar a otros, y deseos que no quiere confesarse a sí mismo".
"La incapacidad para tolerar la ambigüedad es la raíz de todas las neurosis".
"La religión es comparable con la neurosis infantil".
"La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas".
"Llamamos perversa a una práctica sexual cuando se ha renunciado a la meta de la reproducción y se persigue la ganancia del placer como meta autónoma".
Para finalizar, la más famosa frase de Freud "a veces un cigarro es sólo un cigarro", tiene su primera mención en un libro de psiquiatría de 1950 y aunque se le atribuye a Freud, no se han encontrado registros de que lo haya dicho, aunque por otro lado, tampoco hay razón para suponer que nunca dijo algo parecido.