Algunas personas sufren de un cabello naturalmente muy seco, lo que frecuentemente lleva a puntas abiertas, falta de brillo y pelo encrespado. Para mantener la apariencia y salud de este tipo de cabello, es importante humectarlo.
Existen tratamientos que involucran el uso de ciertos acondicionadores y champús especiales para pelo reseco, pero lo más efectivo son los productos naturales.
Si tienes el cabello seco, aquí te compartimos cuatro tratamientos súper sencillos que puedes hacer en casa.
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Yogur y miel
Necesitarás un yogur pequeño (sin ingredientes añadidos) y una cucharada de miel. Lo único que tienes que hacer es mezclarlos y aplicarlos sobre tu cabello seco y limpio. Deja actuar por 30 minutos y luego lava con champú normalmente.
Esta sencilla solución es efectiva porque los derivados lácteos, y el yogur en especial, son ricos en vitaminas del grupo B, así como zinc, magnesio y calcio. Todos ellos nutren el cuero cabelludo.
La miel, por su parte, contiene vitaminas, minerales y enzimas que humectan el cabello, combatiendo la sequedad.
Aceite de coco y aloe vera
Para esta solución, necesitarás partes iguales de aceite de coco y aloe vera. Tendrás que mezclarlos hasta que se integren bien, porque en general son inmiscibles: no forman una solución.
Una vez que tengas una mezcla más o menos homogénea, aplica sobre tu cabello y deja actuar toda la noche, para luego enjuagar por la mañana.
El ácido láurico de aceite de coco penetra el cabello y combate el maltrato, mientras que el aloe vera es rico en vitaminas, minerales, aminoácidos, enzimas y antioxidantes. Es una combinación ganadora.
Aguacate y plátano
Es importante que ambas frutas estén maduras para que funcione. Solo tienes que pelar el plátano y molerlo con la pulpa de medio aguacate. Cuando tengas una mezcla homogénea, aplica sobre todo el cabello. Deja actuar por media hora, enjuaga y lava con champú.
El aguacate es rico en vitaminas A, B, C, E, y K, y una amplia variedad de minerales. El plátano contiene vitaminas A, C, E, potasio y zinc. Combinados, aportan suavidad, brillo y nutrición para las raíces.
Aceite de oliva y jugo de limón
Toma tres cucharadas de aceite de oliva y mézclalas con jugo de limón. Cuanto más reseco tengas el pelo, más aceite necesitarás. Aplica la mezcla en todo el cabello y deja actuar por una hora, o por toda la noche si te es posible.
Esta mezcla es perfecta por su equilibrio. El aceite de oliva es nutritivo para el cabello, pero aporta demasiada grasa, por lo que agregamos el jugo de limón, que también aporta brillo.
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Como puedes ver, estos tratamientos son sencillos y su preparación no lleva más que unos segundos.
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