En este mismo instante, muchas personas alrededor del mundo están luchando contra diferentes síntomas con raíces emocionales que no los dejan disfrutar de su vida plenamente.
Las fobias, la ansiedad, la depresión, el estrés causado por una situación traumática, los duelos que no terminan de cerrarse, los ataques de pánico o la angustia sin explicación son más frecuentes de lo que creemos y enfrentarlos es todo un desafío.
Además, muchas dolencias físicas están originadas en causas emocionales. La medicina tradicional se ocupa del cuerpo, dejando de lado, en general, la raíz emocional. Pero, aunque es ignorada con frecuencia, la salud emocional es fundamental para la salud física.
Por otro lado, en el terreno de las terapias alternativas hay cada vez más opciones para quienes buscan un enfoque diferente y una opción para tratar sus síntomas, y sobre todo, las causas profundas que los generan.
Una de ellas es la Técnica de liberación emocional, una terapia alternativa dentro de la psicología energética que se basa en los principios de la acupuntura tradicional y respeta los mismos meridianos energéticos que se trabajan en ella, pero no utiliza agujas.
El método, que también se conoce como tapping, consiste en un ligero golpeteo con los dedos en puntos específicos sobre la cabeza y el pecho mientras se piensa en afirmaciones positivas específicas, relacionadas a un evento traumático, una adicción o dolor que se quiere superar. La técnica puede realizarse bajo la supervisión de un especialista pero cualquier persona puede realizársela a sí misma.
Gracias al golpeteo en puntos de acupresión localizados a lo largo de los meridianos o canales energéticos del cuerpo, que se realiza mientras se mantiene la mente enfocada en lo que se desea tratar, el sistema energético se balancea y la energía se pone a disposición del proceso sanador.
Esta técnica fue desarrollada en 1990 por Gary Craig, un graduado de ingeniería de Stanford que se especializa en la curación y auto-superación. Gary retomó sabiduría de la acupuntura, que ha sido utilizada para tratar enfermedades físicas y emocionales por más de 5000 años, pero la adaptó para que no fueran necesarias las agujas y para que cualquier persona pudiera aplicarla.
En cuanto a evidencia científica, se realizaron ensayos clínicos y quedó demostrado que la EFT es capaz de reducir rápidamente el impacto emocional de los recuerdos y traumas que provocan angustia emocional; y que, a su vez, eliminar o reducir su influencia acelera la curación de síntomas tanto psicológico como físicos.
La Técnica de Liberación Emocional cumple con los criterios de los tratamientos establecidos por la American Psychological Association para una serie de condiciones, incluyendo el síndrome de distrés postraumático. Se hicieron varios estudios sobre grupos de estudiantes y uno de ellos, publicado en el Energy Psychology Journal, confirmó que los beneficios de EFT son el resultado del proceso de tapping y no un efecto placebo.
Al ser una técnica fácil de aprender y de enseñar, y que no necesita de muchos recursos, es aplicable en situaciones extremas o de marginalidad. En Ruanda, la EFT fue utilizado con éxito para tratar el distrés postraumático de las mujeres, hombres y jóvenes adultos que vivieron en su infancia el genocidio de 1994, que mató a un millón de personas en 100 días.
8 motivos para probar el EFT
- Es una técnica no invasiva que no requiere agujas ni medicamentos
- No existe ningún riesgo de infección o daño lateral
- Es sencilla de aprender y prácticamente cualquier persona puede incorporarla a su vida diaria
- Es fácil de auto-aplicar
- Puede tratarse a distancia por teléfono o videoconferencia
- Puede aplicarse en niños
- Pueden tratarse con ella dolencias físicas porque pueden tener raíces emocionales
- El trauma puede tratarse solo desde la sensación (no es necesario que el paciente cuente la historia detrás, ni siquiera que la recuerde)
Esta técnica es fácil de aprender, de enseñar y de autoaplicar. Puedes comenzar hoy mismo, incribiéndote es el curso online impartido por BIOECOS que abarca los Niveles I y II de EFT.