Si algo nos ha dejado muy claro la pandemia del COVID-19, es que los tapabocas son vitales para frenar el contagio y la propagación de este virus. Debido a esto que alrededor del mundo aumentó la demanda de artículo, tomando en cuenta esta situación y teniendo presente la fuerte crisis económica; nació el ingenio de dos mujeres ayacuchanas que se inspiran en el arte de su cultura.
Estas artesanas hacen tapabocas inspirados en su cultura, con hermosas texturas y colores. Se trata de Gaudencia Yupari Quispe y su hija Violeta, que residen en Ayacucho, una cuidad de la zona central de Perú. Juntas, decidieron emprender en tiempos de crisis y crear tapabocas con diseños propios de los atuendos del folclor peruano.
A la hora de realizar estos tapabocas artesanales, madre e hija solo utilizan hilo, tela y aguja, esto más una gran imaginación para poder hacer miles de figuras, llenas de color. Es importante resaltar que cumplen con todas las medidas sanitarias para la protección de los usuarios.
“El día de hoy salimos a las calles y debido a la grave crisis causada por la pandemia, se nos borro la sonrisa del rostro debajo del tapaboca. Además, el distanciamiento social nos llevo a usar algo tan vital y simple como las mascarillas. Es una forma de llevar el positivismo y nuestro arte en el rostro”; comentaron las artistas en las diferentes redes sociales, respecto al motivo de sus creaciones.
Violeta compartió una foto usando un tapaboca de creación propia con el mensaje “Ni una menos". Comentó que es importante no quitar la atención de los casos de feminicidios y de las mujeres que están sufriendo violencia domestica durante la cuarentena.
“Reconozco que esta pandemia nos afecta a todos como humanos, nos está forzando a quedarnos todos en casa. Pero hay algo que es fuerte e incluso peor que este virus; es que de bajo de este caos muchas mujeres y niños están más expuestos que nunca a la violencia familiar”, declaró la creadora.
Tradición y cultura sarhuina
Sarhua es una localidad que se encuentra en la provincia Víctor Fajardo, la cual es considerada como la cuna de la artesanía; es bastión de la resistencia andina y su cultura. Son famosos alrededor del mundo por la elaboración de trabajos artesanales, realizados en madera, mejor conocidos como “tablas de Sarhua”.
Estás tablas en un principio eran obsequios que se daban a los compadres en el proceso de techado de las casas, que plasman mediante sus dibujos las experiencias cotidianas, tradiciones y costumbres de la comunidad ayacuchana.
Para poder elaborar esas tablas, la cuales pueden llegar a medir hasta cuatro metros de largo, se investiga el árbol genealógico de la persona que la recibirá y las experiencias de su familia.
Al pasar el tiempo, esto se ha convertido en un testimonio de la violencia que han vivido las comunidades ayacuchanas. "En esas tablas hemos puesto todo lo que sufrimos, la verdad es que nosotros pasamos por muchas cosas horribles”, declaró Gaudencia Yupari.